Cerca de la recta final, los intendentes ganan cada vez más peso

Los jefes comunales del Frente de Todos cumplieron un rol clave durante los meses más duros de la pandemia. Este año ocuparon posiciones de peso tanto en Nación como en Provincia. Tras el revés en las PASO, en ellos recae también el éxito del plan oficial para atajar la inflación. Ayer, el Presidente lo marcó en una reunión con Kicillof.

La política nacional descansa cada vez más sobre los hombros de los intendentes. En un panorama complejo tras la derrota electoral en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), tanto el Gobierno de Alberto Fernández como el de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires buscan revertir aquel resultado y definir un rumbo que no solo les permita salir airosos en las elecciones del mes próximo, sino, sobre todo, ganar el control de la economía con vistas a los dos años que restan hasta 2023. Y en eso, los gobernantes de los municipios se vuelven cada día más imprescindibles.

Quedó claro, a lo largo de todo el año pasado, que las disputas políticas generadas alrededor de la pandemia de Covid-19, esa catástrofe inesperada que se abatió sobre todo el mundo y también sobre la Argentina, tuvieron un fuerte componente localista. Tras la suspensión de clases y la casi inmediata declaración de la cuarentena, en marzo de 2020, fueron apareciendo múltiples cuestiones que hacían a la realidad de cada distrito, lo que quiere decir que aparecieron los intendentes.

En efecto, durante un buen tiempo la batalla más notable, antes de que se desarrollaran las vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2, fue la que entablaron jefes comunales opositores contra las medidas de cuidado dispuestas por el Gobierno, especialmente la suspensión de las clases (recuérdense las presentaciones judiciales para dejarla sin efecto en tal o cual distrito), pero también las restricciones que afectaban especialmente al comercio, tan importante en las economías locales; y, paralelamente, el apoyo de los intendentes del Frente de Todos a estas medidas, la defensa de su legitimidad y pertinencia y la difícil tarea de contener, en sus propios territorios, el descontento de múltiples sectores.

El territorio y las listas

El peronismo siempre ha sido un fenómeno territorial, esto no es nada nuevo. Pero, con la irrupción de la pandemia, ese factor se volvió esencial. Y a medida que el foco fue pasando de la prevención de los contagios (ahora, afortunadamente, en baja sostenida) y la virtualidad en las escuelas (que ya retomaron las clases presenciales) a la remediación de las consecuencias económicas, los gobernantes de los municipios siguieron estando en el centro de la escena.

El peso de sus figuras se hizo sentir, por ejemplo, en la composición de las listas de precandidatos para el Congreso Nacional y la Legislatura provincial (un reconocimiento, quizás, al papel esencial que cumplieron en todo este tiempo). Y hay que hacer notar que, en unas elecciones primarias que fueron marcadamente adversas para el Frente de Todos, la figura descollante en la Provincia por parte de la agrupación oficialista fue justamente un ­intendente, y del conurbano: Mariano ­Cascallares, de Almirante Brown, encabezó la lista para la Cámara baja bonaerense por la Tercera Sección Electoral, la única en la que el resultado le fue favorable al peronismo.

Este año, varios intendentes del conurbano y el interior bonaerense dieron el salto al Gobierno nacional y al provincial, convocados por el Presidente Fernández y el gobernador ­Kicillof. La mayoría de esos “saltos” se dieron como consecuencia del reacomodamiento pos-PASO. Fue entonces que Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, se hizo cargo de la crucial Jefatura de Gabinete bonaerense, Leonardo Nardini, del Ministerio de Infraestructura, Hernán Y Zurieta, de Vialidad, y Héctor Olivera, de la Autoridad del Agua.

Contra la inflación

Ahora, el Gobierno nacional está empeñado en domar la inflación. Y para eso se apoya como nunca en los intendentes. El miércoles, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, se reunió con varios de ellos, para encomendarles el control, en sus respectivos territorios, del cumplimiento del congelamiento de precios; ayer, el propio Presidente de la Nación recibió en Olivos a una comitiva de jefes comunales del Frente de Todos para enterarse del nivel de acatamiento de esta medida. Participaron Insaurralde, Nardini e Y Zurieta y los intendentes Cascallares, Mayra Mendoza (Quilmes), Andrés Watson (Florencio Varela), Ariel Sujarchuk (Escobar), Federico Achával (Pilar) y Nicolás Mantegazza (San Vicente), entre otros.

Es que los controles de precios son imposibles de ejecutar desde un escritorio. Requieren de llegada, de presencia en la calle. Y eso es lo que pueden aportar los intendentes. Al menos los oficialistas, tan interesados como el Presidente o como Feletti en el éxito de la iniciativa oficial. Que no suban los precios de artículos de la canasta básica significa menos irritación popular en cada uno de sus municipios, menores dificultades para atender las necesidades básicas y, en definitiva, una mejor perspectiva electoral.

Porque las elecciones de noviembre se acercan rápidamente, y a poco de entrar en la recta final hacia esa instancia clave, el papel que juegan los intendentes es fundamental.

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