Duras críticas a la propuesta de reforma educativa de Milei
El diputado de la derecha Javier Milei tiene dentro de su programa político la “voucherización” de la educación, que no es más que su privatización, siguiendo el modelo de la dictadura de Chile. Si bien hace dos años insiste con esta medida, a meses de las elecciones salieron a repudiar la idea desde diversos sectores.
Una vez más, el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, dejó clara su postura mercantilizadora de la educación, proponiendo eliminar la obligatoriedad educativa y modificar el sistema público para brindar ese derecho a partir de la entrega de vouchers, para que quienes quieran estudiar elijan si ir a una escuela pública o a una institución privada en un sistema de competencia entre ambos y entre cada una de las instituciones educativas.
“El Estado es un bicho que saca los recursos por la fuerza”, sostuvo Milei al hablar de la obligatoriedad escolar, y aseguró que se trata de “un problema de controlar a los seres humanos e imponer un patrón moral”.
En ese sentido, y citando a su autor de cabecera, Friedrich Hayek, Milei señaló que “la gente quiere el seguro (del Estado), quiere esos bienes, porque los está pagando a través de los impuestos. Entonces, ¿cómo hago para asegurarme que sea lo más parecido a la provisión que me daría el mercado? Lo que tenés que hacer es repartir vouchers”.
Sin embargo, luego de escuchar la postura educativa del candidato de ultraderecha, dirigentes políticos y sociales la repudiaron ampliamente.
El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, señaló que la negativa de Milei a pronunciarse en favor de la educación obligatoria es una postura “antiderechos” que presupone entender “la educación como un mercado”.
“Creemos que la educación es un derecho y como tal requiere financiamiento del Estado. Desde 1884, la Constitución plantea que la educación primaria es gratuita y obligatoria. Milei cree en la educación como un mercado”, replicó el ministro.
Y advirtió que “la propuesta de los vouchers es una propuesta que en Chile la trajo la dictadura de Augusto Pinochet: son concepciones antiderechos que destruyen las políticas públicas y generan desigualdad”.
En la misma línea, el ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni opinó que los dichos de Milei tienen como objetivo “sacarles los derechos a los que menos tienen”, indicó que “es falso que hay un abandono de la escuela”, y remarcó que “hoy van a la escuela casi el 98% de los niños a partir de los cinco años”.
Los dichos de Milei también fueron cuestionados por la secretaria general del sindicato docente Ctera, Sonia Alesso, quien sostuvo que la obligatoriedad de la primaria y la secundaria tiene que ver con “otorgar derechos”.
“Lo que propone Milei es un sistema de exclusiones de los sectores populares”, puntualizó.
Pero no solo recibió críticas del oficialismo. El legislador porteño del Polo Obrero (PO) Gabriel Solano consideró que ese tipo de propuestas “van a terminar de destruir el sistema educativo”.
En ese sentido, el legislador afirmó que “las escuelas voucher y la eliminación de la obligatoriedad de la educación implican un salto en la privatización y en el desmembramiento del sistema educativo. Los sectores con mayor poder adquisitivo podrán sumarle al presupuesto implícito en el voucher montos adicionales para obtener un servicio educativo de mejor calidad”.
“Habrá una educación para ricos y otra para pobres, algo que de hecho ya está ocurriendo de modo cada vez más firme bajo todos los gobiernos”, subrayó Solano.
La diputada del Frente de Izquierda y dirigente de Suteba de La Matanza, Romina Del Plá, también cuestionó con dureza los planteos del diputado y expresó que “esto va a impedir que los sectores populares ingresen a la educación y habrá un desmantelamiento mayor de la misma”.
Para Del Plá, “la educación pública es una conquista de la población argentina frente a cada intento de privatización y ha permitido una formación integral de la población”. “En países donde la educación es totalmente paga la brecha social es muy grande”, dijo al señalar lo que sucede en países como Chile.
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) porteña se sumó al rechazo contra la propuesta, sostuvo que “lo que quiere Milei es transformar la sociedad en una especie de selva, donde cada uno quede librado a su propia suerte”, y puntualizó que todos aquellos “que defendemos las responsabilidades que tiene el Estado creemos que el Estado debe ser el regulador y distribuidor que garantice la justicia social”.
Macri y Vidal, otra ideología de educación privatizada
La propuesta de Milei no está lejos de parecerse a la que muchas veces se escuchó desde el macrismo, cuando sus principales dirigentes, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, proponían una especie de enfrentamiento entre los dos sistemas, al enaltecer la educación privada y desvalorizar la pública.
Frases como “si querés estudiar y no tenés plata, vas a una escuela pública”, “está el que puede ir a una escuela privada y aquel que tiene que caer en una pública”, “nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”, salieron de la boca de estos dirigentes que, aunque en sus cuatro años de gestión no llegaron a tomar la propuesta de Milei, recortaron fuertemente el presupuesto de la educación pública y abandonaron miles de obras de escuelas y jardines que luego retomó la gestión de Axel Kicillof.
Como ya han explicado muchos dirigentes de la política, la derecha y la ultraderecha ya no tienen miedo de decir lo que piensan hacer, siguiendo su modelo de país, porque a su vez hay un gran sector social, político y económico que se beneficiaría con estas decisiones.