El efecto Kicillof no alcanzó para contagiar a Massa en la Provincia
El candidato presidencial de UxP obtuvo 50,75 % y el electo presidente Javier Milei, 49,24 %, es decir, menos de un punto a diferencia de las elecciones generales donde el tigrense había logrado recuperar 8 puntos respecto a las PASO.
A diferencia de lo ocurrido en las generales del 22 de octubre, donde la victoria de Axel Kicillof fue contundente y el candidato presidencial Sergio Massa recuperaba 8,27 puntos electorales respecto a las PASO, en el balotaje, el candidato de Unión por la Patria obtuvo 50,75 % y Javier Milei, 49,24 %.
Es decir, la “recuperación” que especulaban podía darse en la Provincia de Buenos Aires lejos quedó a la hora de ir a las urnas. La tarea de hormiga que llevó adelante Kicillof junto a su equipo, para capturar justamente ese voto que lo acompañó a él y a los intendentes, para que vayan para Massa no logro reflejarse en el electorado.
De hecho, si miramos el mapa de la Provincia de Buenos Aires, de los 135 municipios, Massa solo ganó en General Guido, San Vicente, Berisso, Ensenada, Berazategui, Florencio Varela, Almirante Brown, Quilmes, Lanús, Avellaneda, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Matanza, Marcos Paz, Merlo, Presidente Perón, General San Martin, Tres de Febrero, Hurlingham, Ituzaingó, Moreno, General Rodríguez, José C Paz, Malvinas Argentinas y Baradero; el resto todo pintado de violeta.
Sin dudas y más allá de la sensación amarga para Kicillof, su figura se esgrime hoy como uno de los bastiones, sino el mayor bastión, para el peronismo en estos próximos 4 años por el peso específico que tiene el territorio bonaerense y su incidencia a nivel comercial en el país.
En el mes de septiembre, Kicillof compartiendo escenario con Juan Grabois había dicho: “Perón, Evita, Néstor y Cristina son los momentos más gloriosos de nuestro país”, pero “hay que darle un carácter de época nuevo” y llamó a “componer una nueva, no una que sepamos todos”.
Algunos del propio espacio habían entendido aquella frase como una crítica, lo cual hoy queda demostrado no estaba lejos de la realidad que debe afrontar el peronismo en los próximos 4 años: la posibilidad de reinventarse.