El Gobierno recibió a la cúpula de Cáritas para discutir sobre políticas alimentarias
Desde la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) valoraron al encuentro como “una buena reunión”. Ambas partes acordaron elaborar una agenda común sobre los temas más relevantes del área.
En respuesta a las críticas de la Iglesia católica sobre la gestión de la situación alimentaria, el Gobierno mantuvo una reunión con la cúpula de Cáritas, buscando fortalecer la cooperación en políticas sociales.
Yanina Nano Lembo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Capital Humano, representó al Ejecutivo en este encuentro, al que asistieron Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicepresidente de Cáritas Argentina; Sofía Zadara, directora ejecutiva de Cáritas Argentina; y Pablo Vidal, coordinador de Desarrollo Humano de Cáritas Argentina.
Desde la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) calificaron la reunión como “positiva” y expresaron buenas expectativas respecto a la funcionaria. El objetivo central del encuentro fue comprender las demandas de Cáritas y construir un diálogo efectivo para mejorar la asistencia a los más necesitados. Por su parte, Nano Lembo reafirmó el compromiso del Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello, en colaborar con la entidad religiosa para “mejorar la vida” de las personas vulnerables, enfatizando la urgencia social y la transparencia.
Durante la reunión, la funcionaria de Niñez instó a Cáritas a seguir colaborando con el Estado en la asistencia a los sectores más vulnerables y subrayó los objetivos gubernamentales de “mantener las políticas alimentarias y garantizar que nadie quede sin cuidado ni protección, especialmente mujeres embarazadas y niños en primera infancia”. Cáritas, por su parte, destacó la necesidad de reforzar las políticas alimentarias para que “este derecho llegue a todos”.
La secretaria de Niñez también reiteró la intención del Gobierno de eliminar intermediaciones que dificultan el desarrollo y la asistencia adecuada a las personas, mientras que ambas partes acordaron elaborar una agenda común sobre temas relevantes del área social.
Cabe mencionar que la Iglesia católica ha manifestado repetidamente su preocupación por la situación de las personas más vulnerables y ha pedido al Gobierno “mayor empatía y reconocimiento” para quienes trabajan en los merenderos, especialmente tras el escándalo de los comedores fantasmas.
Horas después de la reunión, el monseñor Oscar Ojea, presidente de la CEA, respaldó públicamente la labor de los merenderos durante una celebración en La Matanza, subrayando la importancia de la solidaridad en medio de la crisis económica y destacando el rol crucial de las mujeres en los comedores.