El impacto del debate presidencial sus antecedentes y el segundo round

Luego de la primera edición, los aspirantes a la jefatura de Estado se volverán a ver las caras mañana y cada uno buscará inclinar la cancha a su favor. En ese aspecto, politólogos opinan sobre la influencia real de estas actividades y la importancia para la política.

El pasado domingo 1° de octubre, la sociedad argentina fue testigo del primer debate presidencial que se realizó con motivo de las elecciones presidenciales que se definirán el próximo 22 de octubre. En una nueva jornada de expectativa, los candidatos presidenciales se mostraron dispuestos a defender sus propuestas y a pelear cuerpo a cuerpo por conseguir los votos que necesitan para consagrarse.

Myriam Bregman, Patricia Bulltich, Juan Schiaretti, Javier Milei y Sergio Massa ocuparon sus atriles y respondieron las preguntas que le realizaron los moderadores y las que también pensaron cada uno de los argentinos y de las cuales esperaron respuestas durante estos últimos meses de campaña.

En una jornada que había sido esperada por millones de argentinos, el debate no dejó a un claro ganador, pero sí dejó algunas frases y situaciones que la sociedad en su conjunto ahora convirtió en meme. El “Gatito mimoso” de Bregman a Milei, el pedido de perdón de Milei al Papa, los furcios de Bullrich y la insistencia de Schiaretti con Córdoba, fueron de los momentos más recordados.

En cuanto a la cuestión más política, entre lo más resonante que quedó se encuentra la propuesta de Massa, de la construcción de una Moneda Digital Argentina, y la definición de Milei sobre la negación de los 30.000 desaparecidos.

En ese aspecto, de allí se desprende la inevitable pregunta de cuál es la importancia real del debate y posible impacto que tienen este tipo de eventos en el electorado. ¿Realmente modifican la percepción y opinión de la gente o solamente se da a modo de entretenimiento de aquellos que observan la discusión con descreimiento de la clase política?

Antecedentes y casos particulares

En Argentina, todo lo que tiene que ver con debates presidenciales es algo relativamente nuevo, ya que la primera vez que hubo eventos de este tipo se dio en el año 2015, en las elecciones que terminó ganando Mauricio Macri.

El primer debate de aquel proceso electoral marcó un antecedente especial y que se convirtió en tendencia debido a la inasistencia del candidato Daniel Scioli, del FPV. Como en ese momento la actividad no era obligatoria, el postulante decidió no participar, sin embargo, en la previa del balotaje con Macri sí lo hizo.

Cuatro años más tarde, en las elecciones en las que Alberto Fernández derrota a Mauricio Macri, el debate ya era obligatorio y también fue visto por una gran audiencia. En esa ocasión hubo dos ediciones, como ocurrirá ahora, y el desempeño del candidato peronista fue mejor al del aspirante a la reelección de Juntos por el Cambio.

Desde ese entonces hasta el actual momento de la historia nacional, no hubo más antecedentes de este tipo. Sin embargo, teniendo en cuenta que en otros países se vienen realizando debates políticos desde hace tiempo, hay algunos casos que marcaron la historia y que quedaron en el imaginario social de millones de personas.

Uno de los más recordados es el del 2016 en Estados Unidos, cuando Dolnald Trump y Hillary Clinton se disputaron la jefatura de Estado. En un momento de la exposición de la demócrata, Hillary, el republicano Donald Trump lanzó la recordada y posteriormente repudiada frase: “Qué mujer desagradable”. Finalmente, ese cruce se subsanó en otra edición, cuando el moderador pidió a ambos postulantes que se dijeran algo “lindo” para finalizar y Trump la describió a Clinton como “una luchadora” por no rendirse nunca.

¿Tienen impacto en el electorado?

En un contexto en el que la mayor parte del padrón tiene ya su voto definido y teniendo en cuenta que en las PASO hubo muchas personas que se ausentaron, los candidatos se presentan en los debates para defender sus propuestas, pero con la duda latente del verdadero impacto que estas actividades tienen en el electorado.

Al respecto, el politólogo Augusto Reina, director del observatorio de opinión pública de la Universidad de Buenos Aires, Pulsar UBA, consideró que todo “depende de quién se haga la pregunta”. Es decir, desde el punto de vista de los partidos y candidatos, los debates “sirven supuestamente para modificar la intención de voto y ayudarlos en la contienda electoral”, pero, si se pregunta a la ciudadanía, esto “sirve para incrementar el umbral de conocimiento e información sobre los candidatos y sus diferencias políticas”.

“Los debates presidenciales y las campañas electorales teóricamente tienen la función de brindar información a la ciudadanía sobre las ofertas políticas disponibles. Bueno, el debate hay que entenderlo en ese marco”, consideró el profesional.

En ese aspecto, agregó que “por nuestros estudios sabemos que el debate tiene un impacto marginal directo en la intención inmediata de voto, pero sí bastante más sustantivo en el nivel de conocimiento de los candidatos, en la imagen que proyectan e incluso en los temas que se relacionan con cada candidatura”.

Por su parte, la politóloga Ana Iparraguirre consideró que “los debates no suelen generar un cambio significativo en términos de intención de voto”, sino que “determinan la agenda de discusión”.

En ese sentido, amplió: “En los días y semanas posteriores puede que algún tema que haya surgido en el debate que no era parte de la campaña se convierta en la discusión dominante. Ese cambio de agenda puede tener un impacto mayor que los debates en sí mismos”.

Lo cierto es que, más allá de este análisis, en este contexto electoral, muchas veces los debates terminan volviéndose en un gran espectáculo que se convierten en el centro de conversación de los medios, las reuniones y los encuentros sociales, generando una concentración de atención extraordinaria.

El próximo choque

El segundo, y por ahora último, debate presidencial será el día 8 de octubre, en la Facultad de Derecho de la UBA de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con exposiciones sobre seguridad, trabajo y producción y en relación con un tema extra elegido por la ciudadanía. La transmisión arrancará a las 21, por la TV Pública.

Esta edición también contará con la participación de los candidatos presidenciales Sergio Massa (Unión por la Patria); Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio); Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad); Javier Milei (La Libertad Avanza) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País).

En tanto, los ejes establecidos para este último encuentro serán Seguridad; Trabajo y producción y Desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente.

Vale mencionar que, en caso de que no se definan las elecciones el próximo 22 de octubre, previo al balotaje deberá realizarse otro debate.

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