El verdadero costo de la mentira

Diario Hoy relata las inconsistencias de la coartada que plantearon los participantes del escandaloso chat de Lago Escondido. Vuelos privados que valen más que lo acordado por los involucrados y facturas truchas, algunos de los detalles.

"Hay que organizar bien el discurso, es decir, quiénes estaban, cómo se organizó, cómo se gestó, cómo conseguimos viajar en un avión privado. Entonces tendríamos que dejarlo bien clarito antes de largar la noticia”. Estas fueron las palabras del titular del Juzgado Federal 10, Julián Ercolini, que quedaron evidenciadas en los chats entre funcionarios porteños, magistrados, exespías y representantes del Grupo Clarín luego de un viaje a Lago Escondido.

Efectivamente, los miembros de esta “mafia judicial” (tal como lo catalogó la vicepresidenta Cristina Kirchner) planificaron cómo justificar el viaje en avión privado hacia la mansión del magnate Joe Lewis. Sin embargo, a medida que avanza la investigación, se descubren más inconsistencias.

Un avión privado “low cost”

Uno de los puntos que pretendían resolver los participantes del viaje era el costeo del avión que los llevaba hacia el lugar.

“Juan, ¿qué tenemos que hacer?”, comienza escribiendo Leonardo Bergroth, exfuncionario de la SIDE, dirigiéndose al fiscal general de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este último responde: “Depositar 120 ahí. Vos 60”, a lo que Bergroth responde: “OK”.

Hay más mensajes que demuestran la intencionalidad de “probar” el viaje con un pago de 120.000 pesos, como el del titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo nº 9, Pablo Cayssials, que escribió: “Depositamos 120 lucas a alguna de esas cuentas”.

Sin embargo, esta justificación se desmorona no solo por las facturas adulteradas, sino también por la veracidad del precio del viaje.

Según la información que pudo recolectar diario Hoy, una empresa que gestiona vuelos privados puede llegar a pedir 22.750 dólares más los impuestos correspondientes. Este monto, al tipo de cambio oficial, representaría unos 4 millones de pesos, sin contabilizar los impuestos que se puedan aplicar. Dicho monto es ampliamente inferior a lo planteado por los “viajantes”.

En este mismo sentido fue que la fiscal de Bariloche, Cándida Etchepare, en su investigación logró corroborar que por este vuelo existen facturas emitidas a nombre de los denunciados con un valor de 120.000 pesos. “Llama la atención que en todos los casos los pagos figuran como efectuados con la modalidad contado y que el pago se realizara el mismo día del vuelo”, sostuvo Etchepare en su dictamen.

También logró evidenciar que las facturas se emitieron luego del viaje, lo cual refuerza la hipótesis de las facturas adulteradas, junto al mensaje del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo ­D’Alessandro, quien escribió que “quizás sería mejor” emitir “un recibo con fecha antedatada” para eliminar cualquier sospecha.

Según consta en la denuncia, el viaje se llevó a cabo mediante la empresa Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos SA, cuyo nombre de fantasía es “Flyzar”, que se encarga de gestionar vuelos privados.

Noticias Relacionadas