“Esta obra alienta la autonomía energética”
El titular del sindicato que agrupa al personal jerárquico del gas, Rubén Ruiz, habló con diario Hoy acerca de la puesta en funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner, que abre “posibilidades económicas, sociales y políticas”.
Rubén Ruiz es presidente de la Asociación del Personal Jerárquico de la Industria del Gas Natural, Derivados y Afines (APJGas).
Este sindicato nacional agrupa a los trabajadores técnico-operativos, técnico-administrativos, profesionales, de supervisión y jerárquicos de la industria del gas natural de la República Argentina, un sector que cumple un papel de importancia en el desarrollo y funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner.
El dirigente dialogó con diario Hoy sobre el proyecto que se destaca como un emblema de la soberanía energética.
—¿Qué postura adoptan frente a la puesta en funcionamiento del gasoducto?
—En principio es un motivo de orgullo, ya que es una obra de infraestructura que hacía rato no se veía en este país. Son 573 kilómetros; 47.700 caños soldados de 12 metros de largo, 36 pulgadas de diámetro, 12 milímetros de espesor; es decir, una obra importante y que recién va por su primer tramo. Esto implica una cantidad de posibilidades que se abren y que conforman una cuestión más integral, no solamente de la energía, sino de posibilidades económicas, sociales y hasta políticas.
—Mediante un comunicado afirmaron que trabajarán para que la obra funcione eficientemente…
—Nos parece importante hacerlo porque, entre otras cosas, el financiamiento es totalmente argentino. Es decir, son partidas que se distribuyeron del Presupuesto y desde el impuesto a la riqueza, que fue tan discutido pero que finalmente se utilizó para poder ejecutar la construcción de este primer tramo. Esto también está vinculado al desarrollo del gasoducto norte que llega a la frontera con Bolivia, que hasta ahora traía gas para el sur y para el Gran Buenos Aires. Esto abre también la posibilidad de exportar a Brasil.
—¿Cuán importante es esta obra para la soberanía energética?
—Creemos que esta obra alienta la autonomía energética, que es el primer estadío de la soberanía. Esto habilita pensar que con el segundo tramo y las obras que comenté, podríamos llegar a algún tipo de autonomía en donde no tengamos que importar más gas natural licuado y nos permitiría tener un excedente que se pueda exportar. Esto, por supuesto, no va a ocurrir mañana, pero cambia la ecuación energética de nuestro país y nos libera de un problema que tenemos respecto a la energía.
—¿Esto traería un beneficio a las familias usuarias de gas en Argentina?
—Debería suceder eso, pero estamos en Argentina y hablar de “pagar menos” es difícil. En principio por supuesto que el precio que se paga por metro cúbico en las productoras en Argentina es mucho menor. Por ende, entendemos que si disminuye el precio del producto también deberían disminuir los impuestos. En esto soy medianamente optimista.
—¿Cuál es el desafío para los trabajadores del gas?
—En principio, la operación y el mantenimiento de este gasoducto, de este tramo y de las obras que vengan. Es una nueva responsabilidad. Habrá más plantas compresoras, va a haber válvulas, centrales de aproximación a las ciudades y a los pueblos y habrá nuevas redes en lugares que hoy no tienen. Todo eso va a estar en manos de los trabajadores de la industria del gas, así que nosotros podemos estar muy orgullosos de que esta obra se haya hecho, pero después tiene que operarse y mantenerse correctamente para que todo funcione.
El estado de la obra
Según informó la empresa estatal Energía Argentina el pasado viernes, el llenado del gasoducto Néstor Kirchner finalizará a mediados de esta semana. Esto significa que el gas proveniente de Vaca Muerta comenzará a circular por el sistema de distribución.
“El proceso de llenado y presurización se está desarrollando dentro de los plazos previstos y usuales, teniendo en cuenta las condiciones de seguridad necesarias para llevar adelante este tipo de operaciones”, afirmaron desde la cuenta oficial de Twitter de la entidad.
Además, desde el Ministerio de Economía anunciaron que en septiembre se llamará a licitar el segundo tramo de la obra que irá de Salliqueló a San Jerónimo, lo cual permitirá abastecer la zona del litoral argentino, además de la exportación a Brasil.
El primer tramo del GPNK, que quedó habilitado el 9 de julio para funcionar tras completarse el llenado homogéneo de todo el ducto con gas natural, se extiende a lo largo de 573 kilómetros desde la planta compresora de gas en Tratayén, Neuquén, hasta la planta en Salliqueló, Buenos Aires, pasando por Río Negro y La Pampa.
“De algún modo estamos empezando a declarar la independencia energética de la Argentina”, dijo el Presidente Alberto Fernández durante el acto de inauguración del primer tramo.