Ganancias, un nuevo problema para la clase media

En los últimos días, tal como viene informando diario Hoy con respecto a este tema, el Gobierno nacional entregó al Congreso de la Nación y a los gobernadores el borrador final del nuevo proyecto de Ley Ómnibus, el cual incluye temas como el del impuesto a las Ganancias.

Si bien este diario había informado que no había habido acuerdo con el piso, el pasado lunes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, recibieron en Casa Rosada a los integrantes del bloque de diputados Hacemos Coalición Federal, liderados por Miguel Ángel Pichetto, y de la Unión Cívica ­Radical (UCR) para terminar de acordar algunos puntos relacionados con esto.

El cónclave estuvo encabezado por Posse y Francos, quienes estuvieron escoltados por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; también se sumaron el secretario ejecutivo de gobierno de la Jefatura de Gabinete de Ministros, José Rolandi, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán.

Al finalizar el encuentro, ­Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) reveló que el impuesto a las Ganancias será “sensiblemente más alto de lo que se viene discutiendo”.

Sin ir más lejos, quien habló sobre el posible piso fue el ministro del Interior, Guillermo Francos, que criticó nuevamente a la gestión anterior por todo lo relacionado con Ganancias.

“Lo que hizo por decreto el gobierno nacional (la gestión anterior) fue dictar una norma por la que no se hacían las retenciones de la cuarta categoría. Cuando se sanciona la ley, se exime de ese impuesto a partir de enero de 2024, quedó el último trimestre de 2023 donde está la obligación de pagar Ganancias, aunque no se hizo la retención”, expresó Francos.

Ahora, con el proyecto ya presentado, se conoció que el nuevo mínimo no imponible para empleados solteros será fijado en $1.800.000 de salario bruto mensual, equivalente a $1.494.000 netos.

En tanto, en el caso de empleados con cónyuge e hijos menores de 18 años a su cargo, el umbral para comenzar a tributar sería de $2.300.000 de salario bruto mensual, equivalente a $1.981.278 netos.

El posible impacto

De esta manera, en diálogo con diario Hoy, el profesor de la Facultad de Periodismo de la UNLP y licenciado en Economía Gerardo de Santis analizó: “Hay un proyecto que hay que ver cómo termina aprobándose, en cuanto al mínimo no imponible, las escalas y la alícuota para esas escalas”, teniendo en cuenta que el documento puede sufrir modificaciones.

“Con respecto a lo que conocemos hasta ahora, es que volverían a pagarlo aproximadamente un millón de personas, en las distintas escalas que se establezcan”, agregó.

Sin embargo, el especialista consideró que “uno de los problemas que tenía el impuesto era que las escalas eran muy chicas, entonces rápidamente un trabajador pasaba a pagar el impuesto en la escala más alta, 35%, pero esto ahora se corregiría”, consideró.

“Lo más cuestionable de la situación es en el momento en que esto se hace, además de que esto impacta directamente sobre la clase media, que son familias que no son pobres, pero tampoco son familias ricas, son trabajadores que tienen buen sueldo”, enfatizó De Santis, criticando duramente el programa económico de Milei.

Al mismo tiempo, puso el foco en la gravedad de que “este sector y la clase media en general están atravesando por un momento particular de contracción de sus ingresos en términos reales, por la inflación, por el aumento del impuesto PAIS, y ­además de la suba de precios de los alimentos”.

“Lo que quiero decir es que la devaluación básicamente aumentó el precio de los bienes importados, al cual también hay que sumarle el impuesto PAIS del 10%, lo cual perjudicó a los sectores que están debajo de la línea de la pobreza y los de media baja”, señaló.

Para finalizar, dijo: “Por esto digo que hay que mirarlo en contexto, y esto significa que la medida impacta sobre los sectores más vulnerables; además, hay que tener en cuenta que llamativamente se baja el impuesto a los Bienes Personales, que es el que pagan los que más tienen”.

“Entonces, lo que significa esto es que la propia política económica ha decidido ir con un ajuste sobre los más vulnerables, sector que está encabezado por los jubilados, seguido por los informales, los empleados públicos, las provincias y la clase media”, cerró De Santis en exclusiva con este diario.