Inflación en baja, pero con ingresos golpeados
La inflación de enero se desaceleró al 2,2%, el registro más bajo desde julio de 2020, según informó el Indec. A pesar de la caída de precios en algunos rubros, los ingresos familiares siguen sin recuperar su poder adquisitivo.
Ayer por la tarde se dieron a conocer los datos de inflación de enero, los cuales reflejan una desaceleración en el alza de precios. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un incremento del 2,2%, por debajo del 2,7% registrado en diciembre, marcando la menor variación mensual desde mediados de 2020. No obstante, el dato interanual sigue siendo elevado, con un acumulado del 84,5%.
El rubro con mayor aumento fue “Restaurantes y hoteles” (+5,3%), impulsado por las subas estacionales en hotelería. También se destacaron los incrementos en “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (+4%) debido al ajuste de tarifas y alquileres.
En comparación con otros países de la región, Argentina volvió a quedar en segundo lugar en el ranking de América Latina con mayores alzas de precios mensuales, siendo superada únicamente por Venezuela, cuyo índice alcanzó un 7,9% en enero.
Desde el Ministerio de Economía celebraron la tendencia a la baja y destacaron que enero registró la inflación más baja para un primer mes del año desde 2018. Sin embargo, especialistas advierten que la moderación en los precios no se traduce en una mejora de los ingresos. Según el Indec, una familia necesita superar los $1.064.818 para no ser considerada pobre, mientras que la clase media se encuentra entre $1.673.157 y $5.354.103.
Las proyecciones para febrero anticipan una leve suba, impulsada por el incremento en el precio de los alimentos, especialmente la carne. Aunque la inflación muestra signos de desaceleración, la recuperación del poder adquisitivo sigue siendo incierta en un contexto de ajuste y pérdida de capacidad de compra.