La Casa Rosada y la AFI siempre estuvieron en el centro de la trama

La Gestapo antisindical no empezó en el Banco Provincia ni por orden de un funcionario menor. Fue lanzada por Mauricio Macri y monitoreada desde la Casa de Gobierno y la central de inteligencia, adonde funcionarios ejecutivos y judiciales concurrían asiduamente

"Desde ahora, el que queda a cargo de coordinar esto es Gustavo”, dijo Macri en la reunión en la Casa Rosada que puso en marcha todo. Gustavo era Gustavo Arribas, por entonces jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), y “esto” era la estructura de persecución a gremialistas que años después, con la revelación del video de una reunión secreta de la que participaron funcionarios prominentes, llegaría a conocerse como la “Gestapo antisindical”.

No fue la última vez que la Casa Rosada fue parte de la trama. Muy por el contrario, a lo largo de todo ese año y también del año siguiente, funcionarios de la administración de Marí­a Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y otros participantes del cónclave secreto en la sede porteña del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro) pasaron por la sede del gobierno, ya sea para rendir cuentas de lo actuado o para recibir instrucciones. También por la Quinta de Olivos y por el edificio de la AFI, desde donde Arribas, como lo indicara Macri, digitaba toda la operación.

No solo los ministros del gabinete de Vidal que estuvieron en la reunión (Marcelo Villegas, de ­Trabajo, y Roberto Gigante, de Infraestructura) visitaron la Casa Rosada más de una vez en 2017; también lo hicieron el intendente platense Julio Garro, el exdirector de Contrainteligencia de la AFI, Diego Dalmau Pereyra, y la propia Vidal.

Villegas, Garro, Grassi y otros entonces funcionarios también visitaron la sede de la AFI. Entre los que no estuvieron en el encuentro en el Bapro figuran el exministro de Trabajo Jorge Triaca y el jefe de Grassi, Gustavo Ferrari, que era ministro de ­Justicia en el gabinete vidalista. Y como uno de los libros de visita de la central de inteligencia ­desapareció, es posible que haya habido otros funcionarios que ­fueron allí sin que se pudieran ver los registros.

Villegas, además, visitó varias veces el juzgado federal a cargo de Luis Armella, el juez que motorizó una causa judicial contra el “Pata” Medina. Y en su agenda, varias de las reuniones consignan “Tema: Uocra”.

La lista de visitas presenciales es solo un costado de la trama, por supuesto. La Justicia cuenta con datos de las asiduas comunicaciones telefónicas (llamadas y mensajes y audios por chat) de buena parte de los involucrados en la reunión, y también de alguien que no estaba, pero a quien se aludió: el todavía procurador general bonaerense, Julio Conte Grand. En el Bapro, Villegas dijo que la Procuración estaba al tanto de todo. Y el oficialismo aún no logra someterlo a juicio político, por la oposición de Juntos por el ­Cambio, el frente político en el que revistan Macri, Vidal, Garro y todos los exfuncionarios ya ­mencionados.

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