La economía argentina, sujeta al FMI
Desde el acuerdo en 2018 con el Fondo Monetario Internacional, las presiones y condiciones económicas se hacen cada vez más visibles. Pese a que el Gobierno ha logrado establecer negociaciones con el organismo financiero, este evalúa y reajusta las medidas anunciadas por Sergio Massa que buscan salvaguardar la estabilidad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo internacional que tiene como objetivo principal promover la estabilidad financiera global y facilitar la cooperación económica entre los países miembros, en varias oportunidades ha proporcionado asistencia y asesoramiento técnico a la Argentina para enfrentar diversas dificultades y crisis.
El acuerdo más reciente entre el país y el organismo se produjo en 2018, bajo la gestión de Mauricio Macri, con el financiamiento por un monto de 57.000 millones de dólares, considerado uno de los mayores préstamos en la historia del Fondo.
El programa tenía como objetivo principal apoyar los esfuerzos del gobierno argentino para estabilizar su economía y abordar sus desafíos fiscales. Sin embargo, la implementación de ese plan sigue siendo objeto de debate y controversia.
Algunos críticos argumentan que las políticas de austeridad requeridas por el FMI han tenido un impacto negativo en la economía y la sociedad argentinas, exacerbando la recesión y aumentando la pobreza.
Otros argumentan que las reformas impulsadas por el FMI son necesarias para corregir los desequilibrios económicos y sentar las bases para un crecimiento sostenible.
Pero en medio de la crisis económica y social agravada por la pandemia de Covid-19, Argentina y el FMI han estado negociando un nuevo acuerdo de financiamiento, buscando establecer un programa que permita a la Argentina hacer frente a sus desafíos económicos y mejorar su sostenibilidad fiscal, al tiempo que se protege a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Dicho acuerdo, negociado actualmente con el ministro de Economía Sergio Massa y todo su equipo, está constantemente sujeto a condiciones y revisiones por parte del organismo internacional, evaluando las medidas económicas que se establecen en el país, principalmente por la emergencia agropecuaria, la inflación y el ajuste cambiario, aunque han demostrado “comprensión” por dichas situaciones actuales.
Mientras se espera que el organismo adelante todos los desembolsos del año de una sola vez antes de las elecciones PASO, los voceros oficiales volvieron a hablar dejando en claro que se está revisando el programa actual en todos sus puntos y aseguraron que se están “evaluando las medidas” económicas anunciadas por el Gobierno, que incluyen, entre otras, una suba de la tasa de interés, a la vez que discute con las autoridades locales cómo “fortalecer las reservas” y otras “formas de reforzar el programa y salvaguardar la estabilidad a la luz de la grave sequía”.
El objetivo de Massa es la estabilización política de las variables económicas, y eso, según su prisma, se hace con dólares que la Argentina hoy no tiene por la pérdida de más de 20.000 millones de dólares que le generó la sequía más grande en cien años.
Así las cosas, se busca cerrar el adelanto con el FMI a la par del acuerdo ya vigente del swap de monedas con China, que ya financia buena parte de las importaciones en esa moneda, y queda pendiente la resolución del acuerdo con Brasil.
El FMI reclama acuerdos políticos en año electoral
No es inusual que el FMI haga hincapié en la importancia de la estabilidad política y la implementación de medidas económicas sólidas durante los procesos electorales, ya que los acuerdos y la coherencia de las iniciativas son considerados fundamentales para mantener la confianza de los inversores, asegurar la continuidad de las reformas económicas y evitar la volatilidad que podría afectar a la economía del país.
Es por eso que, por estos días, el FMI insiste en que la Argentina busque consensos políticos en torno a cuestiones económicas y a mantener el compromiso con los objetivos acordados previamente.
Estos llamados a la estabilidad política suelen estar relacionados con la importancia de mantener la confianza de los mercados y garantizar el cumplimiento de los compromisos internacionales.
En gran medida es por eso que, hace unos días, Sergio Massa reclamó “orden político” para que haya “orden económico” y que no haya elecciones primarias para acordar con el FMI.
El ministro expresó que “no cabe un quilombo más”, avisó que recibe ese reclamo del FMI como condicionante para recibir ayuda clave e indicó que sin orden económico él no podría lanzarse como candidato presidencial.