La economía crece pero no derrama
Los indicadores del Indec respaldan al Gobierno al arrojar un crecimiento en el mapa económico. Sin embargo, solo mejoran pocos sectores, mientras que la mayoría de los argentinos no llega a fin de mes aun con un trabajo en blanco.
La economía argentina sigue en un crecimiento constante luego de la pandemia de coronavirus que paralizó no solo las cuentas locales, sino también las del resto del mundo. Con el correr de los meses, la rueda volvió a girar y nuestro país comenzó a crecer, pero no a “derramar” a todos los sectores por igual.
Los últimos números
Según los índices que el Ministerio de Economía informó la semana pasada, al tomar como fuente al Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) del Indec, la construcción creció un 1,9% interanual en marzo de 2022. Asimismo, acumula un crecimiento del 1,3% respecto al mismo período del 2021, cifra que se repite en la comparación trimestral interanual. Además, en el primer trimestre de 2022, la construcción acumula un crecimiento del 44,7% en relación con el de 2020 y de 3,9% respecto a 2019. Asimismo, la actividad de la construcción se encuentra en un nivel 24,1% superior al de febrero de 2020 (pre-Covid).
Desde la cartera del ministro Martín Guzmán explican que se mejoraron las expectativas de crecimiento para la construcción privada para el próximo trimestre, ya que el 34,5% de las empresas cree que la actividad aumentará en el trimestre abril-junio de 2022 (contra un 29,5% en el trimestre anterior). En cambio, caen las expectativas de crecimiento en aquellas empresas dedicadas a la obra pública (32,9% contra 45,3% en el trimestre anterior).
La producción industrial también crece. Y lo hace impulsada por el aumento de la circulación. Según el Índice de Producción Industrial Manufacturero, también del Indec, creció 3,6% interanual en marzo (se ubica a solo 6,9% del máximo de septiembre de 2017), algo por debajo del 8,7% registrado en febrero, la segunda suba luego de caer 0,9% en enero, cuando mostró la primera baja tras 14 meses en alza.
La suba de marzo, dicen fuentes del Ministerio de Economía, se vio favorecida en varios sectores por el aumento de la circulación, la presencialidad laboral y escolar, y la mayor realización de eventos a partir de las menores restricciones sanitarias, como en los casos vinculados a la indumentaria, edición e impresión, y producción de algunos rubros de alimentos, entre otros.
Matías Kulfas dirige el Ministerio de Desarrollo Productivo, y el logro del crecimiento productivo se da a través de su gestión. Sin embargo, fue uno de los funcionarios apuntados por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado viernes.
“En 2019 le dije a Alberto (Fernández) que iba a venir una puja distributiva. Todas las alimenticias perdieron con el macrismo. Y esta gente había desmontado nuestra Secretaría de Comercio Interior. Le recomendé un joven economista que fuera a ver al ministro (Matías Kulfas) para que le explicara cuál era su proyecto de la Secretaría de Comercio. Y cuando fue a verlo el ministro le dijo no,
nosotros no vamos a hacer lo que hicieron ustedes, esto va a ser diálogo, consenso, ustedes tenían un criterio muy intervencionista”, contó la vicepresidenta como una anécdota.
Inflación y salario
La verdadera batalla que pierde el Gobierno es la de la inflación y la del salario real. Es que el poder de compra de los argentinos cada vez es menor y por ello también
Kulfas y Guzmán son los apuntados por Cristina y el kirchnerismo duro: ven allí algo vital en donde un Gobierno nacional y popular no puede fallar.
Este jueves se conocerá el dato del Indec que más le importa a la sociedad: el Índice de Precios al Consumidor (IPC). El dato inflacionario de abril, según estimaciones, volvería a estar en el 6%. Y se proyecta una inflación anual de más del 60%.
Antes, el martes, el Instituto que dirige Marcos Lavagna dará a conocer el índice de salarios que estima la variación de los mismos del sector público y del privado. El salario real volvería a perder en 2022 la carrera contra la inflación. Inflación y salarios van de la mano y es la urgencia que no se resuelve. Podrá crecer la actividad pero no se refleja en el día a día, y por eso Guzmán es apuntado.
Un Guzmán que volverá a rendir cuentas al FMI (Fondo Monetario Internacional) esta semana, en la que se realizarán las audiencias públicas para delimitar los aumentos tarifarios para el resto del año. El ministro habla de la necesidad de “fortalecer la estabilidad que nos permita salir de los pensamientos cortoplacistas en la Argentina” y admite que la distribución del ingreso es “fundamental” y que se necesita un país más equitativo, pero al mismo tiempo “es necesario crecer”.
Desde otro lado Cristina, que mira la realidad, pone el ojo en la situación social. El viernes dijo que los “trabajadores en relación de dependencia son pobres”. Por eso llamó a “revisar algunas cosas” y remató inquieta: “No le estamos haciendo honor a la confianza que depositaron en nosotros”.
“Hoy la Argentina sigue creciendo. El primer trimestre del 2022 muestra una economía que continúa recuperándose”, insiste Martín Guzmán. La economía crece, pero no derrama.