La política del abandono en CABA mata

El fallecimiento por desnutrición de una nena de 11 años que atravesaba una situación de extrema vulnerabilidad social dejó ver la peor cara de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, preocupado por amenazar en vez de acompañar a los más humildes. Sus maestros denunciaron “mucha desidia por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

La noticia del fallecimiento por desnutrición de M., la niña de 11 años que asistía la Escuela n° 11 “República de Haití” de Barracas y atravesaba una situación de extrema vulnerabilidad social, volvió a abrir la polémica sobre la política del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en relación a la distribución de la asistencia social como un premio y no como un derecho.

En medio de anuncios del gobierno porteño sobre la quita de planes a quienes no envíen a sus hijos a la escuela sin contemplar los aspectos socioeconómicos que podrían llevar a esas ausencias, los docentes de la escuela a la cual asistía M. denuncian directamente “una situación de mucha desidia por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. Sus maestros señalan como principal responsable de la muerte al gobierno porteño por no haber intervenido, a pesar de que fue advertido sobre la situación de la niña y su familia en reiteradas ocasiones.

M. era alumna de la escuela desde el año 2017, cuando comenzó el primer grado. Antes, varios de sus hermanos habían sido alumnos en el mismo establecimiento y las docentes conocían la situación de su familia, por lo que “en los primeros días de su ingreso a la escuela, se pidió la intervención del Equipo de Orientación Escolar (EOE), debido a la clara vulnerabilidad de derechos que atravesaban la niña y su familia”, explicó Ailen Galante, maestra de la escuela, en declaraciones periodísticas.

Durante los dos años siguientes, en 2018 y 2019, la familia presentó el certificado médico que indicaba que M. necesitaba un “refuerzo hipercalórico de vianda”. En 2020 el EOE solicitó “con urgencia” la intervención de la Defensoría zonal; reiteró la solicitud en 2021, pero no fue entregado a la familia.

La escuela reiteró el pedido en 2022. Sin embargo, “al día de la fecha, a la escuela nunca se le informó si hubo alguna intervención de dicho organismo”, dijo la docente.

El viernes 12 de agosto, M. se descompensó en la escuela y sus docentes llamaron rápidamente al SAME para que la atendiera. Sin embargo, al cabo de una hora de espera y tras otra llamada al servicio de emergencias, el auxilio no llegó, por lo que su familia la retiró de la escuela y la llevó por sus propios medios al hospital, donde lamentablemente falleció.

La muerte de la niña de 11 años desató una ola de repudios y el pedido de interpelación a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, por parte de la legisladora Alejandrina Barry.

Planteos en la Legislatura

La legisladora porteña del Frente de Izquierda Alejandrina Barry presentó un ­proyecto para “interpelar” a la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, ­Soledad Acuña, ante el “fallecimiento por ­desnutrición” de una niña de 11 años que concurría a la Escuela 11 de la villa 21-24, en el barrio de Barracas.

La legisladora afirmó que este hecho “se da en medio del ataque de Soledad Acuña a las familias de las y los alumnos más humildes, ya que amenaza con quitar los planes sociales a quienes no logren cumplir con el 85% de la asistencia de sus hijos e hijas”.

“Como contaron los y las maestras de la escuela, los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia nunca fueron suficientes. En la ciudad más rica del país, las viandas que ofrecen Larreta y Acuña en las escuelas son de pésima calidad nutricional”, concluyó Barry.

Las prioridades y el “blindaje”

Durante los primeros tres meses de 2022, el Ejecutivo porteño utilizó menos del 2% del presupuesto asignado a becas estudiantiles, apenas el 12% a políticas alimentarias, y un 0% en “créditos a la primera vivienda”.

Sin embargo, según lo asegura un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), “la administración de Rodríguez Larreta gastó casi 12 millones de pesos por día en publicidad”, y el número aún no está cerrado.

Puntualmente, dentro del presupuesto porteño la publicidad y propaganda tienen pautados para este año casi 3.500 millones de pesos ($3.478.951.683), de los cuales en el ­primer trimestre se ejecutaron casi el 22% ($753.046.973). “Pero ese gasto crece mucho más si le sumamos los casi 1.500 millones de la Subsecretaría de Comunicación Social, que asiste a la Secretaría de Medios en

las contrataciones de publicidad en las ­diferentes áreas del gobierno”, señalan desde el ODC.

Al sumar ambos sectores, el total llega a 4.923 millones de pesos para 2022, de los que se utilizaron 1.069 millones en el primer ­trimestre.

Mirando un poco más atrás, el informe demuestra que en 2021 el presupuesto alcanzó los $8.018.423.522; es decir, Larreta gastó casi 22 millones de pesos por día, cinco veces lo destinado a desarrollo escolar. En contraposición, la Ciudad gastó $1.320.117.074,23 en infraestructura escolar (la quinta parte de este monto subsidiada por el Gobierno nacional) y $2.119.180.976,15 en el SAME.

“Mientras recorta en salud y educación, aumenta en pauta y publicidad”, advirtió sobre los movimientos del gobierno porteño la legisladora Barry. Esto también se observa en el monto que la Ciudad destina a la publicidad este año, donde la campaña “La transformación no para” implica un gasto de casi 12 millones de pesos por día en una “chequera abierta”.

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