La Provincia abrió la puerta a una moneda propia: qué implica y la experiencia pasada

En medio de los anuncios del ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo, en materia de recorte de partidas a las provincias, fue el propio titular de la cartera de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, quien habló de la emisión de una “cuasimoneda”, aunque no de manera inmediata.

En los últimos días, y luego de conocerse una serie de anuncios del Gobierno nacional encabezado por Javier Milei, donde se restringen los fondos que se envían a las provincias, además de la devaluación y el impacto de las medidas de la macroeconomía, se puso en jaque a las economías regionales, y la provincia de Buenos Aires, como una de las más afectadas, siendo la que más aporta al PBI y menos recibe, busca afinar el lápiz para sobrevivir con recursos propios en medio de este panorama.

Así surgió la palabra del ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, quien, consultado sobre la posibilidad de emitir una moneda propia, una facultad que ostenta únicamente el Estado bonaerense, aseguró que, si bien la carta magna lo permite, se evaluará la necesidad de la medida en el futuro. “Veremos si es necesario. Hay que evaluar la oportunidad, los medios y la conveniencia. Nosotros por ahora no estamos avanzando en ese sentido, pero la Constitución lo habilita y consideramos que es una herramienta que puede paliar cierto déficit de liquidez o de crédito en la provincia de Buenos Aires y será evaluada como tal”. Sin embargo, fue tajante a la hora de ponerle una fecha a la medida: “Hoy por hoy, no”, dijo. Recordemos que la emisión monetaria es una facultad que la Provincia ostentaba antes de la unificación territorial del país y es por eso que fue conservada como tal: “Es algo que nos permite la Constitución nacional, que nos permite la Constitución provincial y que tiene que ver con los pactos preexistentes a la conformación del Estado nacional”, aseguró Bianco.

Patacones y Lecop

Durante la crisis económica del 2001, una de las medidas más importantes fue la implementación de las “cuasimonedas”, nombre que se les dio popularmente a los bonos emitidos por el gobierno de la Nación o por los gobiernos de cada provincia y que se sumaron a la circulación monetaria junto al peso.

En ese contexto, los bonos Patacones fueron emitidos entre 2001 y 2002, mediante la ley 12.727, en la provincia de Buenos Aires, durante el mandato de Carlos Ruckauf, quien se desempeñó como gobernador desde 1999 hasta 2002. En ese entonces, un patacón equivalía nominalmente a un peso convertible. En un principio, estos bonos se utilizaron para pagar salarios de la administración pública provincial, aunque enseguida comenzaron a circular en la economía de manera compulsiva, ya que, como respuesta a la gran crisis económica, los comercios no tardaron en incluirlos como forma de pago, en la mayoría de los casos respetando su valor nominal, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Capital Federal. Sin embargo, en cierto momento, también comenzaron a negociarse en el mercado a un valor menor al del peso, acercando su cotización al valor nominal a medida que se aproximaba su vencimiento.

El gobierno de la Provincia emitió patacones con valores de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100, y hasta el de 50 centavos, aunque este último con muy escasa circulación. El fin de esta moneda de emergencia se dio en 2003, cuando, debido a la eliminación de la Ley de Convertibilidad en Argentina y dado que el Banco Central podía emitir pesos sin el respaldo equivalente en dólares, el gobierno nacional puso en circulación mayor cantidad de moneda de curso legal, haciendo innecesario el patacón.

Por otro lado, los bonos Lecop fueron lanzados por la Casa Rosada para todo el país durante 2001 y 2002, mediante el decreto 1004/01. Si bien fueron creados por el gobierno de Fernando de la Rúa con el fin de cancelar las deudas del Estado con las provincias debido a la falta de recursos financieros, como la crisis económica era muy grande en 2002, el presidente Eduardo Duhalde decidió realizar una nueva emisión de Lecop, con la que se pagó sueldos y subsidios estatales que se otorgaban como plan de emergencia económica (como los planes Jefes y Jefas de Hogar). Estos bonos fueron emitidos en billetes de 2, 5, 10, 20 y 50, también circularon a la par del peso y se podían utilizar para pagar impuestos y hacer todo tipo de compras.

En el caso de los patacones, todos los billetes fueron resguardados en la bóveda del Banco Provincia de Buenos Aires, excepto aquellos que no se pudieron recuperar porque fueron recolectados por los coleccionistas de billetes de la época. A su vez, en 2016, el Banco de la Provincia llamó a licitación para destruir 240 toneladas de billetes que tenía en sus bóvedas. Los Lecop y los patacones fueron los bonos más importantes que circularon en la Argentina en la crisis del 2001-2002. Aunque el decreto original autorizaba la emisión del equivalente a 1.000 millones de pesos argentinos en bonos, el monto incrementó a 3.300 millones en la segunda tanda implementada en 2002.

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