Los gobernadores esquivan las acusaciones de traición

El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, intentó bajarle el tono a las acusaciones del Presidente Javier Milei tras la caída de la Ley Ómnibus, consideró que los mandatarios provinciales “no traicionamos absolutamente nada” y desestimó que el objetivo del jefe de Estado sea “fundir” a las provincias.

Tras las fuertes críticas de Milei a los gobernadores, entre ellos el cordobés, el mandatario de la provincia mediterránea sostuvo que no “se sintió aludido” respecto de las acusaciones y subrayó: “No formo parte del espacio político de La Libertad Avanza y no considero que hayamos traicionado absolutamente nada”.

“Votamos lo que estamos convencidos de que es lo mejor para la Argentina. Me opongo también a que bajen el Fondo de Incentivo Docente y al reparto injusto de que mantengan los subsidios al transporte en el AMBA y saquen todos los del interior”, agregó el mandatario cordobés.

Por otro lado, Llaryora intentó bajarle la espuma a los dichos del Presidente que salieron a la luz y en los que amenazaba a los gobernadores con “fundir” las provincias. “Ninguna persona de bien quiere fundir a las provincias y los municipios, y menos el ­presidente de un país”, dijo, y subrayó: “Lo único que hace es perjudicar a los vecinos que viven en los municipios o en la ­provincias”.

Los dichos de Llaryora buscan allanar el camino para que la Casa Rosada vuelva a entablar diálogo con los gobernadores, aunque al parecer la disposición de Milei aún está en el freezer.