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Malestar en la Policía Bonaerense por aumento salarial a la baja

Los uniformados percibirán el tercer tramo del incremento de haberes el 1º de agosto y será del 10 por ciento. Quejas por la pérdida del poder adquisitivo, que en el año superará el 17 por ciento. La equiparación con la Metropolitana, una utopía

La mayoría de los integrantes de la Policía Bonaerense percibirán con los haberes de julio, es decir con el sueldo que cobrarán el 1º de agosto próximo, un incremento salarial del orden del 10 por ciento respecto a marzo pasado, por lo que crece el malestar debido a que con el incesante aumento de los precios, las tarifas en los servicios públicos y en el transporte han perdido cerca de un 17 por ciento del poder adquisitivo en el último año.

De acuerdo a la escala de aumento difundida en su momento por el Ministerio de Seguridad que conduce Cristian Ritondo, a partir de agosto un oficial de policía con cinco años de antigüedad percibirá de bolsillo 15.300 pesos, es decir unos 1.400 pesos más de lo que cobró con el último ajuste salarial, ocurrido en marzo pasado.

La redacción del diario Hoy recibió múltiples llamados de uniformados, que expresaron su descontento. “Desde agosto pasado nos dieron un aumento del 25 por ciento cuando al menos la inflación interanual supera con creces los 42 puntos”, dijo un oficial de Policía. Lo que afirmó el efectivo tiene correlato con la realidad. De acuerdo a las estimaciones de consultoras privadas la inflación de los primeros cinco meses de 2016 ronda el 26 por ciento, y si a eso le sumamos el último cuatrimestre de 2015, que el alza de precios fue de 9,75 por ciento, más los índices de junio y julio, el incremento anual superará largamente el 40 por ciento.

A partir de agosto, con estos números, un oficial de Policía de la Bonaerense percibirá de bolsillo 15.359 pesos. “La plata se nos evapora en las manos. No alcanza y la indignación es grande. Es difícil así. La gobernadora prometió ‘cuidar a los que nos cuidan’, y para eso necesitamos ingresos dignos. Al menos que se equiparen con la inflación. Se ve que nos metieron el verso”, se quejó otro de los policías al hablar con Hoy.

“Además la canasta básica de alimentos de junio a junio aumentó un 110%”, enfatizaron desde Sindicato de la Policía de la provincia de Buenos Aires (Sipoba), para luego agregar: “Es una vergüenza el sueldo que está pagando Vidal, si tenemos en cuenta que Macri les aumentó un 31% a las fuerzas nacionales y encima un 9% más a Gendarmería y Prefectura, o sea un 40%. A lo que hay que hay que sumar que le blanqueó todas las sumas no remunerativas que implica un 100% de aumento para retirados y jubilados de esas fuerzas”.

Sin duda la decisión del gobierno bonaerense respecto a la política salarial es clara: que el ajuste lo paguen los trabajadores. Pero eso tiene sus costos: la administración de Vidal no podrá evitar el desánimo y desgano para los afectados, que seguramente redundará en un servicio deficiente.

¿Una cúpula que se enriquece ilegalmente?

Esta crisis salarial de los integrantes de la Policía Bonaerense se da en el marco de una cúpula institucional muy cuestionada, en la que su titular, el comisario general Pablo Bressi, lo han vinculado con narcotraficantes.

De acuerdo a una denuncia penal presentada en la Justicia Federal de San Martín, por el presidente de la Asociación Civil Nuevo Concepto Penal, Damián Odetti, Bressi quedó en la mira bajo sospecha de recibir dinero proveniente de los mercaderes de la muerte a través de los encargados de las 18 delegaciones de Drogas Ilícitas, que dependían de él durante los últimos 18 meses del gobierno de Daniel Scioli.

Es por eso que varios legisladores le plantearon al ministro Cristian Ritondo que haya confiado en Bressi cuando en su gestión a cargo de la superintendencia de Narcotráfico, las drogas proliferaron en el territorio bonaerense.

Jefes policiales que presuntamente se enriquecen con dinero ilegal y salarios indignos, un cóctel que provoca tensión en los rangos más bajos de la fuerza.

Una promesa incumplida

Cabe recordar que una promesa elec­toral de Cambiemos fue equiparar los
sueldos de la Policía provincial con la Metropolitana, lo que provocó que buena parte de los más de 90 mil efectivos y sus familiares inclinaran el voto para María
Eugenia Vidal.

Al respecto, desde el Sindicato de la Policía de la provincia de Buenos Aires (Sipoba) detallaron que “en diciembre de 2015 el sueldo mínimo de un agente de la Metropolitana era de 17 mil pesos y ahora con el aumento que percibirán van a
cobrar más de 20 mil, con lo cual cada vez estamos más lejos”.

Además aclararon que la carga horaria que cumple un efectivo de la Metropolitana es de 48 horas semanales (36 de trabajo y 12 de capacitación), mientras que el de la Bonaerense es de 56, es decir casi un 15% más, sin contar las horas extras como las Cores y las Polad. Y no se contempla un pago adicional por cumplir labores los fines de semana y feriados.

Aquella amenaza de rebelión en marzo pasado

A fines de marzo, agobiado por la amenaza de retenciones de tareas de integrantes de la fuerza, el gobierno de María Eugenia Vidal anunció un aumento salarial del 15% para los agentes en el primer semestre, que ascenderá a un 25% en la segunda mitad del año.

El apurado anuncio fue para intentar calmar las turbulentas aguas de una rebelión policial, la que surgió de la página de Facebook “Policía Reclamando”, controlada por un grupo de policías retirados que son los que usualmente funcionan como portavoces de los efectivos activos, que no puede realizar reclamos sindicales.

En aquella convocatoria se llamó a un “sirenazo” para el 2 de abril y a no atender el servicio de emergencia 911 por dos horas. La propia Vidal atribuyó entidad a ese llamado, ya que inmediatamente dijo comprender que “la Policía esté preocupada por su salario”, y precisó que instruyó al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, a disponer un aumento salarial en forma urgente.

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