Nuevo hecho de corrupción implica a Ricardo Echegaray

La corrupción fue uno de los puntos centrales que unió a toda la administración pública durante los gobiernos kirchneristas. Ayer, se pudo conocer que en un allanamiento realizado en el domicilio de Eduardo Alfredo Bernardi, jefe de la Aduana de Buenos Aires durante la gestión de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP, se encontró medio millón de dólares en efectivo. 

El procedimiento, que fue dictado por el  juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky, se efectuó en el marco de una causa judicial abierta desde hace años por el contrabando ilegal de mercadería proveniente de China, donde el teléfono de Bernardi figuraba en todas las escuchas y cruzamientos que se hicieron a lo largo de la indagatoria.

Fue mayúscula la sorpresa de los agentes de Gendarmería cuando, en un armario de la vivienda particular del exjefe aduanero, encontraron una bolsa plástica que en su interior contenía medio millón de dólares, y, según se sospecha, provendría de operaciones ilegales realizadas durante el último gobierno de Cristina Kirchner en el órgano de control.

En el interior de la morada se descubrió una serie de importantes documentos y permisos de embarques que tendrían nexos con las empresas investigadas por defraudación al Estado.

Bernardi era una de las personas de mayor confianza de Echegaray en su paso por la AFIP. Esta relación fue el motor para que lo asignara al frente de la mayor delegación del organismo en el país, por donde atracan cientos de embarques provenientes de todo el mundo con variada mercadería, y con la cual se sospecha que hubo un amplio destino para la oscura cueva de la corrupción.

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