Cerca de medio millón de pesos y dos vehículos, parte del botín del golpe comando en Etcheverry

El hecho fue informado en exclusiva por este medio. Las autoridades policiales no logran dar con los seis ladrones, que irrumpieron armados en tres casas.

En sector de Etcheverry limítrofe con Lisandro Olmos continúa conmocionado por el brutal asalto que cometieron durante la noche del miércoles seis de­lincuentes fuertemente armados en tres viviendas de un predio, donde terminaron alzándose con casi medio millón de pesos, entre monedas de diferentes países, camionetas y otros elementos de valor.

El hecho, contado en exclusiva por este medio en su edición anterior, continúa impune, ya que los agentes de la comisaría Decimoquinta, al mando de Federico Nieto, no tienen data alguna para dar con los causantes, que generaron verdadero terror y se mostraron amenazantes y violentos.

Todo se inició cuando una mujer llamada Mónica, de 54 años, estaba con su pareja de 53 y su hijo de 28 en su domicilio de 38 entre 275 y 276. “Denunció que apareció un hombre obeso y preguntó por Carlos, que es el nombre de su vecino”, le contó a este diario un vocero. Antes de que llegara a responder, irrumpieron otros cinco masculinos, revólver en mano, con barbijos y sin guantes.

Redujeron a los presentes, los ataron con precintos y comenzaron a recorrer las instalaciones, a la vez que les decían a las víctimas que no los miraran. Se apoderaron de 1.700 dólares, 90.000 pesos y varios electrodomésticos, que fueron cargando en los vehículos de los damnificados que también se llevaron: una Volkswagen Amarok TDI de 2017 y una Renault Sandero Expression, modelo 2013.

Más víctimas

A continuación, los llevaron caminando hacia el inmueble de al lado, donde sometieron a Carlos, a su mujer y a sus pequeños hijos. De ahí se alzaron con 100.000 pesos y 600 dólares, además de relojes y otros elementos de valor. No conformes, también asaltaron a un hombre que vive, solo, en una casa en construcción dentro del terreno.

Finalmente, los dejaron a todos maniatados, les quitaron los celulares y se dieron a la fuga. Las víctimas, liberadas de los hampones, lograron desatarse y debieron ir personalmente hasta la comisaría, ya que no tenían manera de llamar al 911 ante la sustracción de los teléfonos.

Peritos de la Policía Científica trabajaron en la escena, a la vez que los uniformados buscan datos de los malvivientes a través de las cámaras de seguridad públicas y privadas.

De acuerdo a los voceros consultados, el botín terminó siendo de tres notebooks, cuatro televisores LED, una consola de juegos y el dinero mencionado. Se inició un expediente en la UFI 8 por el delito de “robo doblemente calificado por el uso de arma de fuego y por ser cometido en poblado y en banda”.

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