Con dos menores presentes: Un Pet Shop sufrió el segundo robo en cinco días

Los comercios de la ciudad de La Plata están sufriendo una terrible ola de delincuencia y, en las últimas semanas, se registraron varios asaltos violentos en diferentes puntos del casco urbano, lo que deja en evidencia la terrible inseguridad que se padece en la región.

El hecho más reciente ocurrió en la jornada de ayer, cuando unos maleantes hicieron vivir una verdadera pesadilla a dos niñas que quedaron en medio de un feroz asalto a mano armada en un pet shop ubicado en la zona de 18 y 50, en el barrio La Loma.

Según puede verse en las cámaras de seguridad que captaron el terrible momento, los cacos encañonaron no solo a las dos empleadas del lugar, sino también a un papá y sus dos hijas pequeñas.

En las grabaciones se observa a los ladrones entrar al negocio e inmediatamente sacar unos revólveres, obligando al hombre y las nenas a arrodillarse en el suelo. Luego se dirigieron detrás del mostrador para vaciar la caja registradora.

A todo esto, las pequeñas se fueron arrastrando por el piso para alejarse de los maleantes, mostrando que estaban completamente aterrorizadas por lo que estaba pasando. Afortunadamente, todo duró escasos minutos y los hampones se fueron sin lastimar a nadie.

Cabe mencionar que este pet shop ya había sufrido un asalto hace menos de una semana, lo que causó indignación no solo en las víctimas, sino también en el barrio en general, ya que siente que está desprotegido.

Asimismo, este hecho se suma a la gran ola delictiva que vienen sufriendo diferentes comercios de la ciudad, y además, en su gran mayoría, no hay detenidos. Sin ir muy lejos, el martes tres delincuentes menores de edad entraron al local ubicado en pleno centro y se llevaron todo lo que pudieron.

Tal como informó diario Hoy, el hecho sucedió durante la tarde, a plena luz del día, en un drugstore ubicado en la zona de la avenida 7, entre 46 y 47. Eran alrededor de las 15 cuando los hampones se dirigieron hasta el local que tenía su puerta cerrada con una traba.

Enseguida se asomaron por una pequeña ventana por la que suelen atender a los clientes y manifestaron sus intenciones: lejos de querer comprar mercadería, dejaron en claro que se trataba de un asalto.

Sin perder tiempo, los implicados lograron meterse después de destrozar el ingreso y se abalanzaron sobre el mostrador para agarrar todo lo que pudieran.

Los tres fueron directamente hasta la caja registradora, la abrieron y arrebataron todos los billetes que estaban allí guardados, cuya suma total no fue estimada, pero se supo que pertenecía a una parte de la recaudación de la jornada.