Delincuencia sin fin: tres ladrones fueron asesinados por policías
Dos de ellos fueron acribillados por la espalda de seis y cuatro tiros, hecho por el cual un subcomisario que ya había matado a otros dos delincuentes permanece aprehendido.
Tres motochorros fueron asesinados a balazos en las últimas horas por parte de policías a quienes quisieron asaltar, mientras que otro culminó herido en tres hechos diferentes que fueron informados ayer por fuentes oficiales.
El suceso más grave tuvo lugar a las 18.40 del domingo en Wilde, partido de Avellaneda, cuando un subcomisario de la Policía Federal Argentina, de 49 años y que se desempeña en la División Auxiliares de Seguridad y Defensa, fue abordado por dos ladrones, en momentos en que él se encontraba de franco y vestido de civil.
De acuerdo a su declaración, los hampones arribaron en una moto Honda XR 150 y lo apuntaron en la puerta de su casa con un arma, al grito de: “Quedate quieto”. Él se identificó como hombre de la ley y extrajo de una riñonera una pistola 9 milímetros, con la que efectuó 12 disparos porque tuvo “miedo” por su vida y pensó que podían entrar en su domicilio.
Seis proyectiles impactaron en la humanidad de uno de los malvivientes, y cuatro en el otro. Tenían 17 y 18 años y fueron acribillados de espalda, ya que habían regresado al rodado en el que llegaron, dispuestos a huir. Ambos fueron trasladados al hospital Presidente Perón de Avellaneda, donde perecieron con pocas horas de diferencia. Del lugar del hecho, los peritos incautaron una réplica de utilería, utilizada por los asaltantes.
Ambos contaban con antecedentes penales en el fuero de Responsabilidad Juvenil de Lomas de Zamora por “encubrimiento” y por “robo agravado en poblado y banda y con arma de fuego cuya actitud para el disparo no pudo ser acreditada”.
Ante la fiscal de la causa, que lo imputó por “doble homicidio simple”, el agente dijo que en 1999 ya había matado a dos delincuentes en un caso similar, mientras que tuvo otros enfrentamientos. Por el momento, la profesional solicitó que la aprehensión pase a ser detención, ya que cree que hubo un exceso en la legítima defensa, mientras que el arma empleada para abatir a los cacos no sería la reglamentaria.
Más casos
En tanto, ayer a la tarde un numerario abatió a un delincuente que quiso robarle junto a al menos un cómplice que logró huir, en Quilmes, y en La Tablada un oficial de la Policía Local baleó a uno de los cuatro malhechores que lo abordaron con fines ilícitos.
Hasta el cierre de esta edición, el herido, de 18 años, permanecía internado en el Hospital Balestrini, mientras que sus compañeros escaparon, al parecer, ilesos.