Delincuentes atrevidos: robaron una camioneta secuestrada de la puerta de una comisaría

Si algo le faltaba a la castigada Policía de la Provincia de Buenos Aires, y más precisamente a la de la ciudad de La Plata, es que ladrones robaran de la puerta de una comisaría y a plena luz del día una camioneta que había sido incautada 24 horas antes.

El insólito episodio, que marca a las claras la falta de seguridad en la ciudad, tuvo lugar en Lisandro Olmos y hasta el cierre de esta edición no se sabía nada de los responsables del hecho.

El lunes, agentes de la fuerza divisaron en 52 y 195 a cinco hombres a bordo de una Renault Duster y, cuando quisieron identificarlos, se dieron a la fuga. Se inició una persecución, y en 52 y 197, cuatro de los sospechosos escaparon a pie en diferentes direcciones, dejando dentro del rodado al quinto.

Este lo abandonó en 66 y 155 y siguió la huida a las corridas.
El vehículo fue incautado y trasladado hasta la seccional Decimoquinta, donde quedó estacionado sobre la avenida 44 entre 202 y 203 y se determinó que poseía pedido de secuestro activo al haber sido robado en Escobar.

De los involucrados, hasta el momento nada se sabe.
Lejos de culminar, a la historia le faltaba el capítulo más tragicómico, el cual se desarrolló alrededor de las 16.30 de ayer, cuando sujetos desconocidos se acercaron a la comisaría y se las ingeniaron para apoderarse de la Duster. Lo único que llegaron a ver los uniformados fue que los atracadores emprendieron la fuga por 44 en sentido descendente, aunque no pudieron precisar cuántas personas lo tripulaban.

La fiscalía penal en turno caratuló dicha causa como “hurto automotor” y ordenó que se analicen las cámaras de seguridad para atrapar a los malvivientes. Finalmente, a última hora de anoche, el rodado fue nuevamente encontrado.

Abuelo, hijo y nieto, presos

En otro llamativo robo, un jubilado de 74 años, su hijo de 42 y su nieto de 18 fueron aprehendidos ayer al mediodía, luego de haber sustraído una moto Honda Biz de una obra en construcción, en 30 entre 60 y 61.

La víctima vio el momento exacto en el que los cacos rompieron el trabavolantes y escapaban con el rodado, y resolvió seguirlos junto a otros compañeros hasta abordarlos en 60 entre 29 y 30, donde los redujeron.

Los delincuentes “no serían ajenos a otros ilícitos en esta jurisdicción”, aseveró un jefe policial.