Divulgaron un dramático video de la mujer torturada

En el mismo, la víctima apenas puede mantenerse en pie. Fue ayudada por una señora dentro de un kiosco ubicado en la esquina de 15 y 34

Entró a las 12, solo con una tarjeta Sube que se le caía constantemente por lo grave de su estado, y la ayudó una señora que la llevó a la vereda después de darle un vaso con agua. Luego, llamaron a su hermano y su madre. Apenas podía hablar y caminar, pero reconoció los números de teléfono, los cuales dijo balbuceando. No es­taba erguida, tampoco podía mantenerse en pie”. El relato pertenece a Marianela, la empleada del kiosco emplazado en 15 y 34 que vio a la mujer de 45 años abusada, golpeada y drogada en un PH de Barrio Norte, luego de que su captor, Néstor Monzón, la haya “arrojado a la calle”. 

Marianela contó además que “te­nemos un timbre que hay que tocar para ingresar, pero ella no lo hizo; ingresó detrás de otra persona. No sabemos en qué llegó”. Por úl­timo, aseguró: “Al fisicoculturista nun­ca lo vimos por acá”. 

Acerca del imputado, se supo que tuvo un hijo con su exmujer, con quien convivió doce años hasta que ella lo abandonó por reiterados malos tratos: “En una ocasión, le apuntó en la cabeza con un arma frente a la criatura, durante diez horas”, reveló un allegado a la causa. Entonces, ella agarró al menor, se alejaron de La Plata y se mudaron al interior, “donde aún vive con miedo”. 

Buscan a los cómplices 

Rolando Sberna, el abogado de la víctima, relató que la mujer se encuentra “muy contenida por su familia, especialmente por su madre y uno de sus hermanos. Además, tiene distintos turnos con los médicos que la atendieron para seguir la evolución”. Confirmó que en el lugar de los hechos “se encontró un colchón con sangre que se va a periciar, además de remeras con fotos de mujer y zapatos de la víctima con el cartel como trofeo de guerra. Esto denota claramente la impunidad con la que se manejaba, porque desde que ocurrió el hecho hasta que fue detenido tuvo tiempo de borrar todo tipo de evidencia y no lo hizo. A mi criterio, siempre actuó de forma anormal”. 

Relató que “para no ser denunciado ni ella buscada, él usó su teléfono y se comunicó con la madre de la damnificada. Todo esto ella lo va aclarar cuando testifique, aunque hay que tener en cuenta que hay muchas cosas de las que no se acuerda porque no estaba en condiciones”.

Agregó que “ahora están buscando a más de dos personas”, entre las que se encuentra el sujeto que la entregó a Monzón. Lo único que se sabe de él es que se llama Javier y lo apodan “El Gurí”. A la damnificada se lo recomendó una conocida que estaba al tanto de que ella buscaba un trabajo extra, más allá del que tenía en una maderera, para mantener a los dos hijos que viven con ella (tiene, además, otros tres). “Este hombre le ofreció un empleo administrativo con un sueldo de entre 10.000 y 13.000 pesos, pero le dijo que debía ir primero a las oficinas para acordar los términos”, según el hermano de la mujer. Allí fue donde fue secuestrada. 

“Van a aparecer más víctimas”

En base a su “experiencia”, Sberna confía en que Monzón “no puede ser declarado inimputable, pero si la defensa lo requiere, lo determinarán los peritos”. Por último, dijo que “con la impunidad que manejaba este hombre, deduzco que, con el paso del tiempo, va a aparecer otra víctima”. Y, de hecho, ya apareció una.