crimen de ayelén

El escalofriante historial delictivo del remisero

El principal sospechoso del asesinato en el marco de un asalto en Altos de San Lorenzo tenía una vida marcada por el delito. Robaba desde 1997 y tenía causas en al menos cuatro ciudades.

A tres días del asesinato de Ayelén Arredondo, la estudiante de Derecho de 23 años masacrada a golpes en el marco de un robo en su casa de Altos de San Lorenzo por el remisero contratado por sus padres para un viaje, continúa la conmoción a la vez que se conocieron más detalles.

El implicado, identificado como Marcelo Saleh, contaba con antecedentes penales que lo llevaron varios años a prisión. De 55 años y nacido en Ensenada, había recuperado la libertad de la Unidad 9 de La Plata en junio de 2018 tras purgar una pena de casi seis años por un hecho calificado como “tentativa de robo calificado por el empleo de arma de guerra”. Comenzó a trabajar en una remisería de su localidad, de donde lo echaron al ser descubierto mientras sacaba de manera ilegal plata de la caja.

Lejos de tratarse de un hecho aislado, también había sido sorprendido, en 2012, mientras intentaba entrar a un departamento con fines ilícitos. El dueño del lugar lo descubrió y se trenzaron en una lucha. Minutos después, agentes de la comisaría Primera de Ensenada tomaron la denuncia y se lo llevaron detenido, aunque no terminó tras las rejas: solo estuvo unos meses en libertad condicional.

Pero tampoco allí terminaría su legajo delictivo, porque en 2010 se le inició una causa por “tenencia de arma ilegal”, mientras que mucho más allá en el tiempo generó otras cuatro: una por “atentado y resistencia a la autoridad y lesiones” en 1998; dos por “robos calificados”, en nuestra ciudad y en Lomas de Zamora, ambas en 1997, y la última por “hurto” en Mar del Plata, pero 10 años atrás.

Ahora, elevó su rango criminal e incluyó, por primera vez, el asesinato, por lo que deberá ser sometido a juicio por “homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito, en este caso el del robo)”. El mismo contempla la prisión perpetua.

Aparición justa

El hombre que detuvo a Saleh, tras sospechar que algo malo había hecho, contó que lo vio salir del inmueble de la víctima de 75 entre 21 y 22 a las 9.30 del sábado, “con la mirada al piso y una mochila al hombro”.

El sospechoso enfiló para 21 y él, entonces, fue a la finca de su vecino para ver si había ocurrido algo. Tocó timbre y por una ventana que da al comedor vio un bulto, que no respondía a sus llamados. Le avisó a su mujer y fue ella quien vio sangre en el rostro de la mujer allí tirada.

Ya con la certeza de que algo malo había sucedido, se subió a su camioneta y fue a buscar al individuo que había visto minutos atrás. Lo encontró en 21 y 76, caminando y con sangre en un ojo. En 76 y 22 le pidió ayuda a unos almaceneros y lograron retenerlo hasta la llegada de la Policía.

Robo a traición y despiadado asesinato

Marcelo Saleh pasó a buscar en un VW Polo a los padres de Ayelén a las 5.30 del sábado por su casa para llevarlos, como ya había hecho otras veces, hasta la Unidad Penitenciaria 42 de Florencio Varela, donde el matrimonio tiene un hijo detenido.
La pareja, al bajar del coche, dejó una riñonera con la llave de su inmueble y el hombre aprovechó la ocasión para robarles.

Teniendo en cuenta que debía esperarlos afuera de la cárcel cuatro horas para regresarlos a La Plata, entendió que contaba con tiempo para ir a la vivienda, despojarlos de sus bienes y regresar por ellos para dejarlos como si nada hubiera pasado.

El problema es que al entrar a la propiedad, se topó con la mujer de 23 años, a quien no pensaba encontrar. Ella lo reconoció y él la atacó hasta matarla para que no lo delatara. La operación de autopsia de la estudiante reveló que falleció como consecuencia de politraumatismos en la cabeza, realizados con un elemento contundente, mientras que también tenía lesiones en los brazos por maniobras defensivas.

El criminal se apoderó luego de $8.000 y pretendió escapar, pero fue capturado. En la mochila que llevaba ocultaba guantes y precintos, mientras que dentro del auto se halló la barreta con la que podría haberle causado los golpes mortales a la joven.

La búsqueda de mujeres por redes sociales

En las últimas horas se supo que el remisero buscaba mujeres en el grupo de Facebook de “Solas y solos”, donde posteaba denigrantes mensajes. En uno, escribió: “Busco una princesa que me permita besarle el sapo para poder convertirme en su príncipe”, a la vez que se describió como “viudo y con posibilidades de viajar por Buenos Aires”.

En tanto, la Facultad de Derecho de la UNLP realizó una publicación en Instagram, a través de la cual lamentó el fallecimiento de la mujer, que estudiaba en dicha institución: “La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales lamenta profundamente y repudia el hecho y el femicidio de Ayelén Arredondo, ayudante alumna de Derecho Romano Cátedra III y exige castigo al culpable”.

 

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