Engañaron a una jubilada y le robaron sus ahorros en otra entradera en la ciudad

Tres falsos operarios se las ingeniaron para ingresar a su casa y apoderarse de medio millón de pesos y otros elementos de valor. Escaparon.

Medio millón de pesos fue lo que perdió una jubilada que reside en las inmediaciones del Parque San Martín. Tres delincuentes la atacaron en su casa, la engañaron haciéndose pasar como empleados de una empresa de agua, informaron ayer fuentes policiales y judiciales consultadas por este medio.

De acuerdo a los voceros, los tres implicados se acercaron en horas del mediodía hasta una vivienda emplazada en la calle 56, entre 25 y 26, en el casco urbano platense y a plena luz del día. Tocaron timbre y, cuando fueron atendidos, le explicaron a la mujer que habita allí que tenían que hacer una serie de controles urgentes debido a una pérdida de agua que había en el vecindario. Para adquirir credibilidad, aseguraron ser operarios de la empresa Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA).

Buscan a los implicados

La víctima no sospechó en ningún momento de las verdaderas intenciones de los malvivientes y, confiada, los dejó ingresar a su hogar. Una vez dentro se desató una verdadera pesadilla, ya que los hampones relucieron sus intenciones y, a base de golpes y amenazas, controlaron rápidamente la situación.

Tras la paliza, empezaron a preguntarle dónde escondía la plata y, a su vez, comenzaron a recorrer cada ambiente, con el fin de apoderarse de todo lo que hubiera y consideraran de valor. Así, hallaron nada menos que 500.000 pesos en efectivo de los que no dudaron en apoderarse. Pero, no obstante, continuaron con la requisa hasta adueñarse de ­electrodomésticos y otros elementos de valor.

Ya con el botín en su poder, y antes de que algún vecino pudiera notar lo que estaba sucediendo, decidieron darse a la fuga y escaparon en cuestión de segundos con rumbo desconocido. Tras un llamado al 911, agentes de la fuerza se presentaron en la escena y asistieron a la damnificada quien, a pesar del mal momento vivido, por fortuna se encuentra con buen estado de salud. A su vez, peritos de la ­Policía Científica también fueron convocados para tratar de encontrar huellas de los malhechores, aunque hasta el cierre de esta edición no había mayores novedades al respecto.

Los cacos quedaron registrados en al menos una cámara de vigilancia privada de la zona, donde se ve parte de su accionar criminal, y ahora los numerarios intervinientes intentan dar con los delincuentes con ayuda de las imágenes.

Se abrió una causa penal en la Unidad Funcional de Instrucción en turno, bajo la carátula de “violación de domicilio y robo calificado por haberse cometido en poblado y en banda”.

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