Ensenada: discutió con un vecino y terminó rompiendo una ambulancia
El sujeto se peleó con otro hombre, al que presuntamente fue a comprarle drogas. El supuesto vendedor le pegó un culatazo en la cabeza.
Un violento y confuso episodio ocurrió en las últimas horas en la vecina ciudad de Ensenada, más precisamente en la localidad de Punta Lara, donde dos sujetos presuntamente discutieron por un asunto relacionado a los estupefacientes y uno de ellos terminó herido. Al ser transportado hasta un centro de salud, el damnificado se descontroló y averió la ambulancia en la que iba.
De acuerdo a la información a la que pudo acceder Trama Urbana, todo comenzó en la zona de las calles 110 y 5, cuando un hombre de 28 años fue hasta el domicilio de un vecino para comprarle drogas.
Por causas que todavía están bajo investigación, se produjo un fuerte cruce de palabras entre ambos, hasta que uno de ellos agredió físicamente al otro.
Según el reporte, en medio de la riña callejera, el presunto vendedor, un individuo de 30 años, le pegó un culatazo en la cabeza utilizando un arma de fuego de su pertenencia. A raíz del ataque, el damnificado sufrió diversas heridas en su cuero cabelludo, por lo que poco después solicitaron la presencia del personal médico para que pueda asistirlo en el lugar del hecho.
Tras una primera inspección, los profesionales de la salud decidieron que debían llevarlo hasta un nosocomio para continuar con las curaciones correspondientes, debido a las lesiones cortantes que presentaba. Sin embargo, mientras el sujeto era trasladado hasta el hospital Horacio Cestino, se tornó hostil y la situación se desmadró por completo.
Salvaje agresión
En el trayecto, el joven que había sido golpeado por el vendedor de sustancias causó destrozos en el interior de la ambulancia en la que estaba siendo llevado hasta el sanatorio. Entre otras cosas, destruyó los vidrios traseros y al no poder controlarlo, los galenos resolvieron comunicarse con el 911 para solicitar la presencia de los efectivos policiales.
Poco después arribaron los agentes de seguridad, quienes lograron reducirlo, para luego esposarlo y detenerlo. El agresor fue a parar la seccional y quedó a disposición de la Justicia. Intervino la Unidad Funcional de Instrucción N° 7, y se abrió una causa en la que fue imputado por “daños calificados”. Por su parte, el otro implicado en la historia enfrenta cargos por “lesiones”.