Heroína en Tolosa: se defendió a los empujones de un ladrón, a quien terminó espantando

Terror. Esa es la palabra que mejor define la sensación que generaron durante toda la mañana de ayer dos delincuentes a bordo de un auto, que atacaban indiscriminadamente en Tolosa y en Ringuelet.

Pese a haber quedado registrados en cámaras de seguridad de la zona, no pudieron ser capturados y hasta el cierre de esta edición se mantenían prófugos, informaron fuentes policiales.

El primer ilícito se registró a las 8.29, cuando sorprendieron a una mujer que estaba a punto de entrar a una casa ubicada en una zona de monoblocks de las calles 12 entre 524 y 525.

No está claro si la venían siguiendo para esperar el momento exacto en el cual abordarla, pero lo cierto es que se le acercaron instantes antes de que ella abriera la puerta del domicilio. Los pesquisas analizan si dentro del coche marca Chevrolet oscuro en el que iban quedó un tercer cómplice haciendo de campana.

Uno de los cacos, que tomó la iniciativa, se le puso prácticamente a la par y la amenazó, sin llegar a mostrar arma alguna. Su cómplice, en tanto, quedó algunos metros atrás. La víctima, al ver lo que ocurría, se quedó en la puerta sin ingresar y comenzó a alejar a manotazos al intruso, con el fin de echarlo.

Defendiéndose con sus manos, empujó tres veces al maleante que, en un momento dado, se llevó las manos a la cintura y simuló extraer una pistola. Sin embargo no sacó nada, y ante la irrupción de un vecino resolvió emprender la huida a las corridas. Con su compañero de andanzas se subieron al vehículo y escaparon.

Víctima vulnerable

Ofuscados por la imposibilidad de cometer el atraco, los malhechores continuaron con su malintencionada faena. Salieron a dar vueltas, de caza, hasta que se toparon con alguien completamente vulnerable: un anciano que caminaba por 510 entre 7 y 8, con un paraguas que lo protegía de la lluvia. Esto ocurrió escasos minutos después del suceso en Tolosa.

En este caso, el que se apeó del auto -el mismo Chevrolet, al parecer gris oscuro- fue el joven de la campera roja, también el mismo que había sido expulsado a los empujones por la primera víctima. Bajo intimidaciones verbales, le quitó lo poco que el hombre tenía encima y se fugó, abordando el rodado y perdiéndose de vista.

Pese a las filmaciones de ambos sucesos, y a las nítidas descripciones físicas de al menos uno de los atacantes, los policías todavía no lograron dar con ellos y se teme que hayan cometido más delitos con el transcurso del día.

Tomaron intervención las comisarías Sexta -en el primero caso- y Decimotercera -en el segundo-, mientras que la fiscalía penal en turno también está abocada a ubicar a los implicados.