Indignación por la inacción policial tras el robo en la agencia de autos de City Bell

Continúa la conmoción y la bronca vecinal por el robo que tuvo lugar en las últimas horas en una agencia de autos de City Bell. Allí, dos ladrones destrozaron la entrada, se apoderaron de una costosa moto y se dieron a la fuga. Minutos después pasó por el lugar un patrullero, pero insólitamente no vio los vidrios rotos ni, peor aún, escuchó la alarma sonando.

Por el hecho, que fue contado en exclusiva por Trama Urbana en su edición anterior, las víctimas perdieron un gran dineral: ya de por sí, el vidrio que los hampones rompieron valiéndose de una maza cuesta $150.000, mientras que el rodado sustraído cuesta 4.500 dólares (más de $900.000). A eso, hay que sumarle los gastos para recuperar los papeles de los diferentes vehículos que los cacos también se llevaron. En total, se apoderaron de la documentación de ocho autos, tres motos, y un cuatriciclo.

Los damnificados admitieron que tuvieron que salir a pedirle dinero prestado a familiares para poder sortear los costos. Contaron, también, que el ciclomotor robado lo había dejado un cliente para que se lo vendieran. Ellos lo hicieron y solo faltaba la transferencia para que se la entregaran a su nuevo dueño, que ya la había abonado. De hecho, justamente por lo avanzada que estaba la transacción es que no estaban los papeles de dicho vehículo en la agencia. “Se metieron a la oficina y rompieron un mueble, pero los documentos del ciclomotor ya no estaban”, dijo el propietario del lugar atacado.

Ladrones prófugos

Tal como informó diario Hoy, el atraco tuvo lugar a las 3.48 del martes en la agencia ubicada en el camino General Belgrano y 475. Actuaron dos personas a pie, que primero pasaron por el lugar y después regresaron con una maza. Hicieron añicos el vidrio y ganaron el interior. Menos de un minuto después, se fueron con el rodado marca Honda Tornado XR250 pero volvieron a buscar los papeles.

Cinco después (3.53) pasó por el lugar un móvil del Comando de Patrullas La Plata, pero pese a que la vereda estaba repleta de los cristales destrozados de la agencia y a la incesante alarma que “escucharon todos los vecinos”, los agentes siguieron de largo, sin bajar a ver qué ocurría.

Ante eso, fuentes oficiales indicaron que ya pidieron la expulsión de ambos miembros de la Fuerza, situación que deberá resolver la Auditoría General de Asuntos Internos de la Provincia de Buenos Aires.

En cuanto a los autores del hecho, hasta el cierre de esta edición nada se sabía y los numerarios de la comisaría Décima, con jurisdicción en la zona, analizan las cámaras de seguridad para intentar localizarlos. “Fue un hecho muy grave, que la Policía haya pasado de largo es gravísimo”, finalizó un pesquisa.