Inestabilidad en el Comando de Patrullas: pasaron cinco comisarios en dos años y medio

Desde que fue desplazado Ricardo Astopini, quien permaneció casi 30 meses en el cargo, esta importante fuerza policial platense sufrió constantes cambios.

Uno de los males mayores que tiene la ciudad de La Plata y los alrededores es la inseguridad, volcada a diario en las páginas de Trama Urbana. Los vecinos de barrios tan diferentes como City Bell, El Mondongo, Hipódromo, La Loma, Los Hornos, San Carlos y Barrio Norte, por citar unos pocos, se comunican de manera cotidiana con este medio para contar sus penurias, que abarcan robos callejeros, entraderas y tantos otros delitos.

Claro que los problemas en esa materia no son nuevos, sino que es un arrastre de los últimos años que nadie pudo erradicar con suficiente fuerza. Es por eso, quizás, que al mando de una fuerza tan importante como el Comando de Patrullas (CP) hayan pasado desde 2018 a la fecha nada menos que cinco encargados, sin que ninguno pudiera aferrarse al puesto, como sí lo hizo, en su momento, el comisario Ricardo Astopini, de dilatada trayectoria.

Voceros en off, en diálogo con este diario, aceptaron que “una de las mejores gestiones de los últimos tiempos fue la de Astopini junto a Diego Bravo”. Este último estuvo al mando de la Jefatura Departamental La Plata desde abril de 2016 hasta marzo de 2018, coincidiendo con el primero de los citados, quien lideró el CP durante dos años y cuatro meses, hasta que lo reemplazaron en marzo de 2018 por José Luis Paniagua.

Modificaciones frecuentes

A partir de ese momento, las modificaciones fueron constantes, sobre todo en el Comando. Paniagua fue quien más perduró, con once meses, pero se fue en febrero de 2019, y su lugar lo tomó Sebastián Perea, por solo tres meses, hasta abril. De abril hasta noviembre, siempre de 2019, estuvo Carlos Sánchez, y desde noviembre de 2019 hasta mayo del presente año, las funciones recayeron en Sergio Gómez. Tras siete meses en el cargo, también a él lo cambiaron, y el 5 de ese mes asumió Juan Gallego, quien por el momento permanece, aunque una de las críticas que se le hacen, puertas adentro, es que, “al ser de Quilmes, conoce poco la ciudad de La Plata”.

Así como el CP arrastra varios inconvenientes para mantener un equipo sólido, algo que no logra desde la positiva gestión de Astopini, la Jefatura Departamental parece ha­ber encontrado buenos líderes después de la era de Darío Camerini, en cuyo despacho se encontraron sobres con dinero de recaudaciones ilegales. Además de Bravo, Sebastián Martínez Pass, el actual, “está haciendo las cosas bien” y “tiene una imagen positiva con el platense”, según los voceros, y no hay que pasar por alto que, en la gestión de Bravo y Astopini, él fue jefe de la Policía Local, y trabajan las tres áreas en conjunto.

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