Jubilados, blanco fácil de la inseguridad en La Plata

La semana pasada fueron atacados varios ancianos en sus casas, y la Policía no logró dar siquiera con uno de los delincuentes implicados. Total impunidad.

La semana pasada fue una verdadera pesadilla para los jubilados platenses, ya que sufrieron un sinfín de entraderas en sus casas de diferentes barrios, sin que la Policía pueda dar con ninguno de los autores. No por nada todas las víctimas hablan de que las zonas “están liberadas” y que los ladrones actúan bajo la complicidad de los agentes de la Fuerza, con quienes luego se reparten el botín. Pero, más allá de los robos en sí, los mismos son cada vez más violentos, con golpes y torturas incluidas.

El suceso más reciente tuvo lugar durante la madrugada del sábado en una vivienda del castigado barrio de La Loma. Alrededor de las 2:30, mientras la mujer de 85 años que allí reside descansaba tranquilamente en su habitación, ganaron el interior dos hampones, dejando a otro de campana. Para colarse, entraron primero por el patio del fondo de la propiedad, luego de haber escalado una serie de muros y saltar techos. A continuación, en un ataque al parecer premeditado, cortaron una doble reja y ganaron el interior a través de la ventana.

Ya adentro, enfilaron hacia el cuarto de la anciana, la despertaron y le exigieron la entrega de los dólares que creían que había. Ella les dio los pocos pesos que tenía, pero los cacos no se conformaron y se volvieron extremadamente violentos. La golpearon y la amenazaron, aunque terminaron huyendo una hora después sin haber engrosado el botín. La perjudicada, con lesiones en diferentes partes de su cuerpo, tuvo que ser trasladada a un centro médico debido a la paliza sufrida.

Atraco millonario

Una situación similar había tenido lugar la madrugada del miércoles, cuando dos malvivientes se colaron a una propiedad de 20 entre 67 y 68 a las 2:30. Sacaron de la cama a la abuela de 85 que estaba durmiendo, la llevaron a la cocina y le pusieron una sábana en la cabeza. La amedrentaron y se alzaron con la plata que había en el lugar. No conformes, buscaron más y rompieron un cielo raso, roperos empotrados y hasta el taparrollos de la cortina, aunque no lograron dar con más efectivo. Sí se llevaron joyas y un revólver 38.

A su vez, un matrimonio de jubilados fue atacado en su residencia de City Bell, emplazada en las calles 445 bis entre 30 y 31, cerca de las 23 horas del miércoles. Dos malhechores los sorprendieron, también mientras dormían, y los sometieron a todo tipo de tormentos. “Entraron por los fondos, tras saltar un paredón, y después se encontraron con una puerta abierta”, relató un vocero. Antes de ser descubierta, la mujer, de 79 años, se encerró en el baño con un celular; y su marido, de 80, se enfrentó a los cacos a las trompadas. Ella logró avisarles a través de WhatsApp a los vecinos, y estos conectaron las alarmas; por lo que los delincuentes huyeron con algo de dinero y joyas.

El martes, en 480 entre 133 y 134 cuatro individuos asaltaron a un sujeto de 65 años y a su mujer de 73, frente a una niña de 5. Les sacaron más de dos millones de pesos, alhajas y una escopeta.

Todos los casos tienen una característica en común: la impunidad. Pese a la gravedad de lo ocurrido y al tiempo ya transcurrido, la Policía no logró reunir siquiera una pista para dar con alguno de los implicados.

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