Se negó a declarar el comisario detenido por el crimen de Lautaro

El comisario mayor Francisco Centurión, detenido el lunes en el marco de la causa por la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de su amigo Lautaro Morello, en diciembre del año pasado en Florencio Varela, se negó ayer a declarar al ser indagado por el fiscal de la causa y continuará detenido. Mientras tanto, los investigadores evalúan exhumar el cuerpo del joven fallecido para elaborar un ADN, ya que el ser encontrado el cadáver se hallaba semicalcinado, informaron fuentes judiciales.

Centurión no quiso declarar ante el fiscal Daniel Ichazo como imputado de los delitos de “sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes (de Lucas Escalante) y por ser cometida con violencia”, y avisó que lo iba a hacer cuando nombre a un defensor particular.

En esta causa, también están detenidos Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino del jefe policial, ambos acusados del homicidio de Lautaro y de la privación de la libertad de Lucas, y el exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Argañaraz, por el encubrimiento del caso.

Centurión, quien ya fue desafectado de la fuerza, resultó herido de un tiro en un tobillo cuando intentó fugarse de los numerarios federales que fueron a detenerlo a su casaquinta de La Capilla, en Varela. Ahora se espera que sea remitido a la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA).

Fuga

Los investigadores de la División Homicidios de la PFA que detuvieron a Centurión estiman que el exjefe policial tenía previsto un “plan de fuga”, ya que además del celular, los detectives secuestraron en un auto de un amigo de su hija que llegó a la casaquinta unos 8.845 dólares, y en un bolso hallado en una de las propiedades de su actual novia, su pasaporte, un celular nuevo y otros 6.107 dólares.

También fueron incautados los celulares de la novia, la expareja y de las dos hijas del comisario, como así los de su hijo Cristian y sobrino Maximiliano Centurión, detenidos en penales de Magdalena.

El caso

Lucas fue visto por última vez el 9 de diciembre en Bosques, cuando pasó a buscar a Lautaro (18) a bordo de un BMW que apareció incendiado.

El cuerpo de Morello fue encontrado recostado boca abajo, “semicalcinado y en avanzado estado de descomposición”. Según la autopsia, la muerte se produjo por “asfixia mecánica”.

Ahora el abogado que representa a la familia de Lautaro pidió la exhumación del cadáver para establecer mediante un ADN que se trate de él.

Ichazo acompañará el pedido del abogado, por lo que es probable que en las próximas horas se realice la exhumación y la extracción de material genético para elaborar un patrón genético que luego sea comparado con el de sus padres, dijeron las fuentes judiciales.

El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos fue la quinta de La Capilla. Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis es que los dos principales imputados detenidos por el caso, Cristian y Maximiliano Centurión, le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.

De hecho, Ichazo acusó a Francisco Centurión del delito de “sustracción de caudales públicos”, ya que, según pudo establecer, “en su calidad de jefe del enlace Interpol de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, poseía a su cargo la administración de tarjetas de carga de combustible”.

En una cámara de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian Centurión cerca de las 00.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.