Seguirá presa la mujer trans vinculada con el crimen del empresario

El juez actuante entendió que no debe recuperar la libertad. En tanto, los investigadores recorrieron el campo donde la víctima fue vista con vida por última vez.

Un juez de Garantías de Lomas de Zamora rechazó ayer un pedido de excarcelación que había formulado Alma Nicol Chamorro, la mujer trans detenida como “partícipe secundaria” del crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario cuyo cadáver descuartizado fue hallado hace una semana dentro de una valija en un arroyo en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, informaron fuentes judiciales.

La decisión del juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, recayó sobre Chamorro, la única detenida por el caso ya que fue la última persona que tuvo en su poder la valija donde estaban las extremidades seccionadas de la víctima.

Según la resolución, la defensa oficial de la acusada había solicitado la excarcelación por cuestiones de salud y, subsidiariamente, el arresto domiciliario.

“Entiendo que la magnitud de la pena en expectativa, que excede la posibilidad de una condena en suspenso, impide la excarcelación de la encausada, y permite inferir aún la posibilidad de entorpecimiento probatorio, o no sujeción al proceso, pues aún en éste estadio procesal, se aconseja mantener privado de su libertad al encartado para asegurar el resultado de la investigación practicada y su sometimiento a proceso”, sostuvo el juez.

Y agregó: “Lo cierto es que a la fecha no se acreditó fehacientemente el padecimiento de alguna enfermedad incurable en período terminal; ni se trata de una mujer en estado de gravidez o con hijos menores de cinco años”.

Sin embargo, el magistrado requirió a la Alcaidía Departamental “Roberto Pettinato” del Servicio Penitenciario Bonaerense que “arbitre los medios correspondientes” para que la acusada cumpla con las indicaciones médicas. Y, además, que se proceda a la formación de

un incidente para tratar la atenuación a la medida de coerción, en este caso, el arresto domiciliario.

Inspección ocular

Por su parte, los investigadores del suceso realizaron ayer una inspección ocular en el campo donde dos testigos dijeron haberse encontrado con él el martes 18 de julio para pagarle una deuda de 75.000 dólares, mientras se aguarda el peritaje en busca de rastros de la víctima en la camioneta que manejaba los días previos a ser asesinado. De acuerdo a estos hombres, tras darle ese dinero se fueron y lo dejaron solo.

De acuerdo con los datos incorporados al expediente que tiene a su cargo el fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la UFI 5 de Lomas de Zamora, ese campo de General Rodríguez es el último lugar en el que alguien lo vio con vida a “Lechuga”, por lo que los peritos concurrieron para hacer un relevamiento del lugar y buscar cámaras de seguridad que pudieran haber captado la forma en que el damnificado se fue de ese sitio. Por lo que se detalló, no hubo resultados respecto a elementos de importancia.

Uno de los sujetos es un examigo de Pérez Algaba, con quien realizaba negocios, y el otro es un hombre vinculado al rubro de la construcción que era dueño de la camioneta Range Rover Evoque 2012 en la que el empresario se movilizó dos días previos a su desaparición y que el propio dueño entregó el viernes a los investigadores.

Los portavoces señalaron que estos individuos le debían a “Lechuga” 150.000 dólares, 75.000 de los cuales le habían devuelto en una escribanía de Castelar, mientras que la suma restante supuestamente se la restituyeron durante un encuentro que mantuvieron en ese campo de General Rodríguez el 18 de julio, último día en que la víctima fue vista con vida.

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