Violaron y molieron a golpes a una joven en Etcheverry

Una joven de 19 años denunció en las últimas horas que fue drogada, abusada sexualmente y golpeada casi hasta la muerte por su propia pareja y el dueño de un bar de Etcheverry, informaron ayer fuentes policiales y judiciales.

Una vecina de aquella localidad, en diálogo exclusivo con este medio, pero bajo pedido de no divulgar su identidad, contó que todo se inició en horas de la madrugada, cuando la víctima fue junto a su novia a un boliche que ya no funciona como tal debido a la pandemia de Covid-19. “Toman pedidos de comida y bebida, que después hay que pasarlos a buscar”, explicó, y aclaró que el implicado “invita a tomar cervezas a todas las mujeres que van. Una de esas chicas, que una vez aceptó, terminó descomponiéndose”.

En este caso puntual, la damnificada habría aceptado “mantener relaciones sexuales tanto con su novia, que tiene 33 años, como con él. Ya en ese bar, empezaron a tomar, pero después ella se arrepintió y quiso irse”, comentó la mujer.

Lejos de aceptar el cambio de planes, el individuo, de 46 años, y la novia de la chica “la drogaron y la violaron. Además, la golpearon mucho, la envolvieron en una sábana y la tiraron después en la plaza del pueblo, dejándola toda ensangrentada, cortada, desnuda y con la cara desfigurada. Quisieron matarla y de hecho la arrojaron ahí creyéndola muerta”, aseveró.

Allanamiento

Como pudo, la mujer volvió en sí, ya durante la mañana del domingo, y pidió ayuda hasta que dos vecinos la vieron y la socorrieron, sobre las calles 52 y 229.

Poco después se acercó un patrullero, y una ambulancia la trasladó hasta un hospital, brindando a su vez las características físicas del responsable y el lugar donde había sido sometida, aunque adujo que no recordaba demasiado porque la habían drogado y medicado. “Relató que le dolían sus partes íntimas pero no habló de un trío acordado, sino de que le ofrecieron plata para acostarse con los dos implicados”, puntualizó un vocero de la fuerza.

Los numerarios fueron al sitio descripto por la víctima, donde apresaron a los sospechosos e incautaron “un juego de sabanas y un cenicero con colillas con olor nauseabundo”.