A 23 años del último partido de Maradona
Un 25 de octubre de 1997, sin saberlo en ese momento, el Diez cerraba su carrera profesional con un triunfo por 2 a 1 en el Superclásico ante River, como visitante.
Aquel 25 de octubre de 1997 se despidió del fútbol profesional el mejor jugador de todos los tiempos: Diego Armando Maradona. Su último partido oficial fue en el Monumental, ni más ni menos que en un Superclásico, donde Boca Juniors venció a River por 2 a 1. Habían pasado 692 partidos, 352 goles y 11 títulos. Berti había adelantado al Millonario pero Toresani y Palermo lo dieron vuelta.
Aquella tarde, Maradona fue el capitán del equipo que dirigía Héctor Veira, quien lo reemplazó en el entretiempo, cuando el resultado era favorable al River de Ramón Díaz que ganaba con gol de Sergio “La Bruja” Berti 1 a 0. Cuando los equipos salieron a la cancha a jugar el segundo tiempo, el Diez ya no estaba entre los once de Boca: Veira puso en su lugar a Claudio Paul Caniggia (aunque la creencia popular es que su reemplazante fue Riquelme, en la planilla Román ingresó por Nelson Vivas).
El final del partido desató la locura de Maradona, quien regresó al campo tras ver el partido en el vestuario y, fiel a su estilo, cargó a los hinchas Millonarios. En el pospartido, dejó una de las frases más picantes de su carrera: “Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River. Ellos hicieron un gran primer tiempo, pero en el segundo se les cayó la bombacha”. Días más tarde Diego se dijo cansado de los rumores que lo envolvían con los controles de dóping que lo tenían como protagonista y decidió dejar la práctica profesional.
Un 25 de octubre…
En 1945, en Las Lomitas, provincia de Santa Fe, nació Francisco Pedro Manuel Sá, Pancho. Fue un gran defensor que representó a la Selección Argentina en el Mundial de Alemania ‘74. Es el “Hombre Libertadores”, ya que ganó cuatro con Independiente y dos con Boca. Además, jugó en River y Gimnasia de Jujuy, club donde se retiró, en 1982.
En 1950, nació otro Pancho, Francisco Lamolina, exárbitro argentino. Su estilo para dirigir fue siempre liberal, diferenciándose del celo permanente que imponía su par Javier Castrilli. Representó al país en el campeonato Mundial de Estados Unidos 1994.
También un día como hoy, en 1987, la máxima goleada de Newell’s en La Bombonera de Buenos Aires: La Lepra derrotó a Boca por 5 a 1, con goles de Sergio Almirón, Gustavo Dezotti y tres de Roque Alfaro. Al equipo rosarino lo dirigía José Yudica.