Clásico igualado en el Nuevo Gasómetro
Fue 1 a 1 con goles de Merentiel para el Xeneize y Bareiro para el Ciclón.
Boca Juniors volvió a insinuar más de lo que concretó y tras el impacto de la final de Libertadores perdida el sábado pasado ante Fluminense esbozó un principio de recuperación que finalmente terminó quedando en "casi nada" al igualar 1 a 1 en su visita a San Lorenzo, que por Tabla Anual lo sigue marginando de aquella competencia para 2024 al cerrarse la duodécima fecha de la Copa de la Liga Profesional.
El golpe de la final de Libertadores perdida era, es y será por mucho tiempo una herida abierta que solamente podrá cicatrizar definitivamente con la obsesión transformada en hecho de alcanzar la séptima Copa, pero para ello siempre, obviamente, primero hay que clasificarse para jugarla, y por el momento el "xeneize" está aun lejos de hacerlo.
Y encima hoy el rival era San Lorenzo, que también marchaba por el mismo objetivo, era local y tiene una estadística histórica favorable en este clásico entre grandes del fútbol argentino.
Ya sin Jorge Almirón en el banco y con las bajas del volante Ezequiel Fernández (lesión grado 1 en el sóleo izquierdo) y sobre todo del lateral izquierdo Frank Fabra, el gran señalado por la frustración del Maracaná al hacerse expulsar en el tiempo agregado por un cachetazo al defensor de Fluminense Nico cuando Boca estaba con un hombre más y perdía 2 a 1, el "xeneize" tenía que ir por todo en el Nuevo Gasómetro.
Sin tiempo para duelos (la ausencia de Fabra se justificó como una distensión del ligamento lateral interno de la rodilla derecha) salió Boca a jugarse hoy uno de sus últimos tres cartuchos para llegar a la Libertadores por Tabla Anual nuevamente con el interinato técnico de Mariano Herrón.
Y se mostró recuperado anímicamente el conjunto auriazul en el primer tiempo, asumiendo el protagonismo del desarrollo, presionando a su rival hasta la mitad de la cancha y generando acciones de riesgo que encontraron otra vez a un irresoluto Edinson Cavani desperdiciando situaciones inmejorables como para poner a su equipo en ventaja.
Los dirigidos por Rubén Insúa, en tanto, apostaron a una línea de cinco que aparentó ser demasiado "preventiva" teniendo en cuenta que su equipo contaba con los mismos puntos que Boca y, por lo tanto, las mismas necesidades a la hora de tener que sumar de a tres.