Por Daniel “Profe” Córdoba
Colombia fue demasiado miedosa y regaló campo y pelota
Los hinchas terminaron ovacionando a Di María, que hace algunos años era el blanco de las críticas junto a otros jugadores que perdían las finales.
Tras un inicio de partido con mucho control de pelota, pero sin llegadas por parte de Argentina, Colombia se mostró de entrada timorata, miedosa y regalando campo y pelota.
Contra todos los pronósticos, el equipo visitante tenía toda la obligación de ganar, pero dejó someterse a una presión del equipo de Scaloni, que apostó a esta estrategia aprovechando que Messi no estaba en campo. Con él, que no suele correr para atrás para marcar o recuperar porque tiene otras cualidades, el planteo hubiese sido distinto.
Increíblemente, sin el 10, De Paul, Paredes y Otamendi, el equino no solo logró sobrellevar las ausencias, sino que además demostró claramente que ningún jugador es imprescindible cuando se intenta buscar el camino hacia la victoria y se quiere ganar.
Anoche se vio, sin dudas, lo mejor de la Selección con recambio y apostando mucho a jugadores del medio local o que hasta no hace mucho tiempo jugaron en nuestro país.
Argentina, primero, controló tiempo y espacio. Después presionó alto. Luego llegó a un muy buen gol, y al final se lució. Todo en un solo tiempo. Ya en la parte final hubo demasiados cambios de jugadores, pero no de estrategia.
A la Argentina le sirvió para ver jugadores desconocidos que hasta el momento no habían tenido muchos minutos en el Seleccionado y tenían que responder ante las exigencias para pelear un lugar en la lista definitiva que irá al Mundial.
Los hinchas que se acercaron a ver al campeón de América terminaron ovacionando al mismo Di María que hace algunos años era víctima de las peores críticas junto al Kun Agüero o al Pipita Higuaín. Hoy, el Fideo da una imagen más real de lo que puede dar y sigue siendo una preocupación constante para todos los rivales que les toca enfrentar.
Al fin de cuentas, en el segundo tiempo, la Selección argentina demostró que si la aprietan no es sólida. Pero tampoco es fácil crearle situaciones de gol. Cuando no tiene la pelota le cuesta recuperarla para volver a tenerla. Y sin Messi en cancha le cuesta crear varias situaciones de gol. Las que tuvo en el segundo tiempo, en efecto, fueron arremetidas de Ángel Di María, quien probó al arquero colombiano en todo momento.
Una Colombia muy pobre lo complicó en los últimos minutos, cuando el equipo se cayó físicamente. Algo que se viene observando en la parte final de los partidos.