Por Daniel “Profe” Córdoba
Colón tuvo más variantes y fue mejor
"Estudiantes puede jugar con cuatro defensores, con cinco o con mil, pero si no marcan, no molestan o juegan en línea nunca tendrán seguridad."
Santa Fe. Sol y calor. Colón y Estudiantes. Un partido trabado y mal jugado.
De entrada, viendo los primeros movimientos de los equipos se representó una gran duda: ¿a Juan Sánchez Miño lo puso para jugar de enlace o para marcar?
Colón se paró con un 5-3-1-1 y Estudiantes lo planteó con un 5-3-2. Para mí, Castro estuvo perdido en la cancha.
El Sabalero se encontró arriba en el marcador cuando apenas se habían jugado 13 minutos, por un remate que pegó en Aguirregaray y con un error de Andújar más un pique se terminó metiendo.
Colón pudo ampliar cinco minutos después, cuando Rogel cometió un claro penal que el árbitro no sancionó para el Sabalero. Jamás hay que tirarse a barrer con los pies de costado adentro del área. Pero Rogel lo hizo y lo salvó el árbitro.
Estudiantes contestó con un disparo de Apaolaza que dio en el palo, y después empató de carambola con un remate de Zuqui que dio en el travesaño y le pegó en la espalda al “1” de Colón.
En la parte final hay que hacer una reflexión: Estudiantes puede jugar con cuatro defensores, con cinco o con mil, pero si no marcan, no molestan o juegan en línea nunca tendrán seguridad. Tuvo un remate de Apaolaza y otro de Zuqui que dio el empate con gol en contra. ¿Y después?
Colón tuvo más variantes y fue mejor. Todo lo demás es verso…