El banderazo argentino es la cábala que se mantiene en Catar
Como antes de las victorias ante México y Polonia, la hinchada nacional se juntó en la zona de Souq Waqif y armó una verdadera fiesta para apoyar a la Selección.
La presencia de los fanáticos argentinos en las calles de Doha se convirtió en un clásico a puro color celeste y blanco. En la jornada de ayer, promediando las 19 horas de Catar (13 de Argentina), se juntaron los hinchas de la Selección para realizar el banderazo en apoyo al equipo en la previa del partido frente a Australia, por los octavos de final de la Copa del Mundo.
Tan es así, que más de mil hinchas nacionales se convocaron y coparon las calles del gran mercado de la zona de Souq Waqif, repitiendo lo hecho en la antesala de los encuentros ante México y Polonia que le dieron la clasificación a los dirigidos por Lionel Scaloni. Banderas, bombos y el ánimo por las nubes 24 horas antes del cruce a todo o nada que definirá el camino esta edición del Mundial.
La fiesta fue toda Argentina, con banderas colgadas en los balcones de los comercios, con hinchas usando esos mismos balcones para avalanchas, con bombos, banderas y turbantes, la movilización duró más de una hora. Ahí sonaron todas las canciones y se volvió a repetir el “que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar”.
Diario Hoy estuvo presente junto a los fanáticos que celebraban y alentaban por el equipo que esta tarde irá en busca de conseguir la clasificación a los octavos de final. Así, los enviados especiales tuvieron la oportunidad de dialogar con un grupo de cordobeses dueños de una particular bandera con la imagen de Messi y Maradona.
Ellos llevaron la bandera hasta la puerta del entrenamiento de Argentina y confían plenamente en el desempeño de la Selección en el Mundial de Catar, por lo que ya se aseguraron las entradas de los partidos hasta la final.
El aliento argentino es tan sorprendente que atrapa a hinchas y turistas de otras nacionalidades, que se acercan a sentir el cálido momento de pasión por el fútbol. Ninguno de ellos perdió la oportunidad de quedarse con un registro de lo vivido, ya sea tomando fotografías o filmando con sus teléfonos celulares. Todos quieren unirse a la fiesta celeste y blanca.