Gimnasia

El Bosque fue una fiesta llena de color, homenajes y ovaciones

“Las luchas perdidas son las que se abandonan”, reza una frase que en Gimnasia militan como bandera. El hincha luchó por la vuelta a 60 y 118 y celebró el regreso con el aforo al 100% con un auténtico festival.

Todo el día de ayer tuvo un condimento especial para los hinchas Triperos. Desde la previa hasta el final. Es que la primera gran alegría de la jornada para todo el público gimnasista fue lo que se sintió como “el primer triunfo de la tarde”: la vuelta al Bosque, el regreso a casa.

Fue una batalla marcada por el compromiso, la identidad, el sentido de pertenencia y la defensa del patrimonio propio. Es más, no solo la alegría estuvo basada en la goleada y el regreso, sino en el poder vislumbrar lo que será la ampliación de la platea Néstor Basile, próxima a estrenarse en la siguiente fecha como local, en el clásico de la ciudad.

La tarde, además, inició con emoción dado el bello homenaje realizado por hinchas y jugadores albiazules a Diego Armando Maradona (mañana será el aniversario de su fallecimiento) y continuó con el inconfundible grito de guerra: “En el Bosque me enamoré de ti”.

Más de 20.000 hinchas coparon el Juan Carmelo Zerillo, un martes a las 17. Hazañas tradicionales para el triperío, es cierto, pero poco importó la jornada y la rutina laboral de la semana, o el calor agobiante. Había que alentar a la Piponeta, que, de yapa, no le falló a su gente.

“Tenemos que aprovechar la localía, pero la algarabía debemos generarla nosotros desde adentro para ellos”, dijo Gorosito en conferencia, luego de llevarse lo que fue su primera gran ovación en el estadio Juan Carmelo Zerillo.

Carbonero, después de su primer tanto, fue el primero en recibir el apoyo absoluto de La 22. Luego fue turno del Pulga, que al poner el 3 a 1 escuchó su primer “Olé, olé, olé, olé, Pulga, Pulga...”. El experimentado atacante marcó su sexto gol con la camiseta Mens Sana, quinto en el torneo.

Por supuesto, luego del 4 a 2 y con la victoria asegurada no faltaron los aplausos y cantos para Lucas Licht. El eterno capitán rompió un récord memorable: superó a Jorge Héctor San Esteban y es el defensor más goleador de la historia de Gimnasia.

Todo terminó con lujo, con alegría y cantos de apoyo al equipo de Gorosito. El hincha Tripero sueña más que nunca con volver a jugar una Copa internacional, mira de reojo y de modo posible a la Copa Sudamericana y ya tacha los días de cara a lo que será el clásico platense. El plantel piensa, claro está, en el duelo del 28 ante el Bicho, pero la gente ya cantó palpitando el derbi del 5 de diciembre.

El regreso a casa, tan esperado, ansiado, terminó siendo soñado. Y en el Lobo, desde la llegada de Pipo Gorosito, sienten que los sueños están para cumplirse.

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