por daniel "profe" cordoba
El conjunto Mens Sana es criterioso y sigue dando pelea
EL Lobo se llevó un punto frente a Vélez.
POR DANIEL “PROFE” CÓRDOBA
En un desierto José Amalfitani, hombre mentor de la grandeza como club de Vélez, dejaron mucho en la primera etapa el Lobo y el Fortín. Gimnasia tuvo iniciativa, liberó a Alemán, acompañó a Cardozo y, salvo aproximaciones, no sufrió. Los de Villa Luro estuvieron a menos revoluciones que de costumbre, aún gozando estar en semifinales de Libertadores, y su despliegue no tuvo la vitalidad, agresividad ni ofensiva mínima y necesaria.
Cuando entró Osorio en el complemento (en poco correrá por céspedes europeos), con Pratto flotando de media punta (no siente ser 9) y con Orellano y Janson por fuera, Vélez se transformó en un equipo de ataque peligroso.
Alemán metía bolas a Soldano y a las diagonales de Sosa. Se puso bueno. Los dos venían de jugar entre semana (entiendo que haya algo de cansancio, pero no tanto) y no pudieron mantener el ritmo que ya era flojo. Parecía un partido de gol gana, parecía.
Si Soldano va a buscar la bola al área, alguien debe picar detrás de él. Así se pierde la pelota. Nace ataque, tapó Rey y con un fierrazo marcó gol el mencionado Osorio.
Y el gol no ganó. Empató el Lobo con pelota parada por una acción de Morales. Todo como en el 0 a 0, pero 1 a 1.
Insaurralde, de criterioso partido, sintió una molestia. Con Alemán suelto, Sosa por todo el frente y Soldano molestando, Gimnasia buscó el gol, pero no lo pudo tener.
Por la calidad y cantidad de jugadores que produce en inferiores hoy, Vélez en el 2022 pasa a ser el número uno lejos en ese clave rubro en el fútbol argentino.
Casi a los 93’ cobraron una mano para Gimnasia que, si fue, era penal. El árbitro Mastrángelo perjudicó al Lobo en esa última.
Final 1 a 1. Era buen momento para enfrentar a Vélez y buscar los tres puntos. De todos modos, el empate les sirve a los del Bosque, más al ver cómo Rey salvó en el descuento un mano a mano contra Osorio.