CLASICO PLATENSE

El Pincha y el Lobo: Reyes de meterse en problemas

Con un trámite áspero como en todo clásico, el final del juego volvió a tener un episodio violento y el arquero de Gimnasia quedó en el centro de la escena.

"Que fue falta acá”, “que no fue falta allá”, “que no estaba adelantado”, “que me empujó”. Todos esos fueron aspectos que se dieron en una nueva edición del clásico platense. Estudiantes y Gimnasia volvieron a empatar 1 a 1, con goles de Agustín Rogel y Cristian Tarragona, respectivamente, en un estadio Jorge Luis Hirschi repleto de público que acompañó a los dirigidos por Ricardo Zielinski y le hizo sentir la adversidad al rival de toda la vida.

Más allá del trámite, que en líneas generales fue parejo y tuvo momentos para ambos equipos, pese a que al final quedó la sensación de que el Pincha podía ganarlo debido a que tuvo chances claras para convertir, en lo que tiene que ver con la polémica, hubo una situación que se llevó toda la atención en el final del juego.

Lo más sorprendente es que el protagonista en cuestión no estuvo en los papeles. Todos esperaban algún episodio entre Fernando Zuqui y Brahian Alemán, que en el último derbi de la ciudad tuvieron un fuerte cruce. O con Leandro Díaz, que en los últimos tiempos estuvo en el ojo de la tormenta por un comportamiento inadecuado, por ponerlo en pocas palabras.

El hombre en el centro de la escena fue el arquero del elenco Mens Sana, Rodrigo Rey, que una vez marcado el final del encuentro por el árbitro Patricio Loustau, de buena actuación, saludó a la gente del León en la cabecera de calle 55, de forma irónica, y despertó la ira de los mismos, como también de varios futbolistas de Estudiantes. Estos decidieron saltar a la yugular del guardián del arco Tripero, que no quiso medirse con ninguno de los hombres albirrojos.

Luego, en zona de vestuarios, el exhombre de Godoy Cruz y Newell’s, entre otros, explicó que hizo eso porque lo insultaron diciendo que es “tartamudo”, por lo cual eso lo hizo sentir muy mal y por ello reaccionó.

La cosa no quedó ahí…

Pese a la escaramuza con jugadores reunidos en un clima muy caliente en el final, eso no quedó allí, ya que cuando se infló la manga para la salida de los futbolistas de Gimnasia, un colaborador del Albiazul decidió hacer unas señas a los hombres de Estudiantes, por lo cual nuevamente se empezaron a trenzar, aunque rápidamente la Policía dividió y calmó las aguas.

Sin embargo, el clásico platense tuvo un nuevo capítulo más de violencia, con cargadas y mensajes subidos de tono, que deberían parar cuanto antes.

Zielinski y Gorosito, dos miradas distintas de una misma historia

El entrenador de Estudiantes, Ricardo Zielinski, dialogó con los medios de comunicación luego del empate ante Gimnasia, en una nueva edición del clásico platense, en el estadio Jorge Luis Hirschi, con los goles de Agustín Rogel y Cristian Tarragona.

“Hicimos algún mérito para ganarlo. Gimnasia en los últimos minutos empezó a tirarse para atrás y creo que merecimos algo más”, comenzó, y agregó: “Gimnasia no paró, hizo una minipretemporada y no se notó la diferencia este domingo. Lo que sí creo es que los clásicos deberían jugarse con un poco más de recorrido”.

En tanto, el técnico de Gimnasia, Néstor Gorosito, manifestó: “Tuvimos un muy buen arranque, con un buen lapso de juego hasta los 25. Después entramos en una confusión y tuvieron un centro atrás de Boselli. Me cuesta acordarme de alguna otra jugada de ellos”.

Y añadió: “En el segundo tiempo retomamos el juego que tuvimos de arranque y logramos la claridad en los último metros para conseguir el gol. Después hubo mucha lucha, poco juego”.

“Creo que el empate es justo porque ellos, con centros y pelotas largas, complican. Insaurralde tuvo algunas complicaciones al principio pero cumplió muy bien”, cerró.

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