Por Daniel Profe Córdoba
En Boca hay una mala energía que atrae la derrota y el fracaso
Conozco a Raúl Cascini porque lo tuve en Estudiantes y hoy es integrante del consejo de fútbol de Boca. Algo está turbio en todo esto. Suma fracaso tras fracaso.
Por Daniel Profe Córdoba
Creo y obviamente no estoy dentro del consejo de fútbol ni del vestuario como para pensar que los sucesivos fracasos o decepciones de Boca merecen un análisis especial.
Algo a nivel energético en esa trilogía que conforman el “consejo de fútbol”, el cuerpo técnico y los jugadores está turbio y eso es muy negativo para cualquier objetivo que se quiere lograr.
Escuché las opiniones de los hinchas al salir decepcionados y eliminados de la Copa Libertadores una vez más y una de las opiniones expresó que el consejo de fútbol, o los que toman las decisiones directivas, debía irse porque ya se han comido “varios y muchos directores técnicos”.
Repito, no sé si es así, pero intuyo, como entrenador que soy, que hay algo energético, que hay algo que parecería que llama a la derrota y al fracaso.
Pensaba y escribí en esta página que a pesar de que Boca había jugado muy, muy mal en Lima y que Marchesín evitó una goleada en contra del Xeneize. Pensaba que era un resultado muy reversible para Boca, que era muy posible que Boca pasara esta fase primera de repechaje
Y no fue así con esa Bombonera que tiembla y que late, porque si hay algo que queda claro es el apoyo incondicional de la gente, que creía que era muy posible con un poquito, no digo de juego, pero sí de correr, de meter, de pensar que era muy posible dejar en el camino entre partido positivamente y seguir en la Copa Libertadores.
Realmente me gustaría estar en el consejo de fútbol pura y exclusivamente para ver cómo funciona con respecto al plantel y con respecto al cuerpo técnico. Además, quisiera estar en el cuerpo técnico porque a Fernando Gago le tengo un aprecio especial y ver cómo funciona ver los porqués. Y, obviamente, también quisiera estar en el plantel para ver qué es aquello que realmente no termina de consolidar a un grupo unido e imparable deportivamente.