En escasos segundos, Maravilla Martínez venció a Jhon Teherán en el Luna Park
El oriundo de Quilmes se impuso al colombiano por nocaut. La pelea duró solo 27 segundos y ahora el argentino deberá medirse ante el cubano Erislandy Lara.
A los 48 años de edad, ayer por la noche Sergio “Maravilla” Martínez cumplió con un sueño que tenía pendiente: pelear por primera vez en el Luna Park. En el marco de la presentación de la miniserie Ringo, gloria y muerte sobre la vida de Oscar Natalio Bonavena (el ex campeón mundial de los Superwelters y los Medianos) subió al ring de Corrientes y Bouchard y se enfrentó a 10 asaltos con el colombiano Jhon Teherán.
En esta oportunidad, el oriundo de Quilmes terminó victorioso y de esta manera, en su carrera, suma 57 triunfos (31 por nocaut), tres derrotas y dos empates. Además, fue su regreso al país después de 10 años de su última actuación, el 27 de abril de 2013 cuando ante una multitud en el estadio de Vélez, venció por puntos al británico Martin Murray y con este triunfo, había retenido la corona de los Medianos del Consejo.
Cabe resaltar, que este combate tuvo además un atractivo adicional. En este sentido, el kazajo Gennady Golovkin le devolvió a la Asociación Mundial su título de super campeón de los Medianos y quedó como único monarca el cubano Erislandy Lara. Con la victoria conseguida en el mítico estadio Luna Park, Martínez trepó al primer lugar del ranking y así se convirtió directamente en retador obligatorio del escurridizo peleador cubano.
Las palabras de Martínez antes de la pelea
Sin lugar a dudas, la pelea de ayer será algo que Sergio “Maravilla” Martínez atesorará por siempre en sus recuerdos. En la previa al combate, había expresado: “No llegué jamás a creer que un día iba a subir al ring del Luna Park, lo tomo como un regalo de la vida. Me llena de alegría, de orgullo y de emoción. En el Luna Park se consagró Locche, se consagraron Monzón, Galíndez, el Látigo Coggi, Castro, Narváez, la Tigresa Acuña… Hay un historial brillante, que me pone la piel de gallina”. Palabras de un campeón, que siempre quiso ir por más.
Y sobre su contrincante, había dicho: “Es un buen rival. El muchacho tiene 15 nocauts de 18 triunfos, así que si bien no le ha ganado a rivales de relevancia, se nota que tiene la mano pesada. Es un compromiso bonito, que tengo que atravesar, enfrentar, hacer las cosas bien como hasta ahora. Silbando bajito, pisando despacito cada uno de los pasos que voy dando en el boxeo. Con mucha tranquilidad. Sin prisa alguna”.