En Rosario, un clásico igualado con mucho ruido y poco show

En el Parque de la Independencia, el 0 a 0 los calificó a ambos.

La fiesta de Rosario comenzó con una escena desagradable. Mientras los fanáticos que poblaron el Coloso Marcelo Bielsa protagonizaron una bienvenida emotiva con pirotecnia, humo rojo y negro, el arquero de Rosario Central, Jorge Broun, debió ser atendido por el personal médico, debido a un corte que sufrió en el pómulo izquierdo. Las piedras que llovieron sobre el micro que trasladaba al plantel visitante fue una nueva muestra de la inoperancia policial y la ausencia de prevención en un duelo que paraliza al país.

En cuanto al partido, la primera etapa se fue en la pierna fuerte, el roce constante y la falta táctica como recurso para interrumpir las acciones que podrían generar peligro. Alguna proyección de Facundo Mansilla o las intenciones intermitentes de Ramiro Sordo representaron las insinuaciones de la Lepra, mientras que los de Miguel Ángel Russo apostaron por la velocidad de Jaminton Campaz y la experiencia de Ignacio Malcorra.

El complemento no cambió y los marcadores siguieron igual. Los del Gringo Heinze se conformaron por mantener su invicto y la valla intacta en su casa, mientras que Rosario Central continúa celebrando la extensa racha de clásicos sin derrotas con el rival de toda la vida. En el Parque de la Independencia, el 0 a 0 los calificó a ambos.

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