Entre la espada y la pared: Estudiantes se rearma para una final caliente ante Argentinos

El Pincha volvió a los entrenamientos con la mira puesta en el duelo decisivo del domingo frente al Bicho. Con Ascacíbar y Cetré entre algodones y polémica por el árbitro designado, el futuro de Domínguez también se juega en UNO.

Estudiantes de La Plata regresó este martes a los entrenamientos en City Bell con un clima de máxima tensión. La derrota ante Tigre dejó secuelas futbolísticas y anímicas, pero también la sensación de que el próximo domingo será una verdadera final. El equipo de Eduardo Domínguez se medirá con Argentinos Juniors en UNO, a las 20.15, en un partido que puede definir su clasificación a los playoffs del Torneo Clausura y, al mismo tiempo, el futuro inmediato del propio entrenador.

Con 21 puntos, el Pincha quedó octavo en la Zona A, igualado con Argentinos pero por debajo en diferencia de gol. Solo un triunfo lo meterá entre los ocho mejores y le permitirá seguir soñando con el título y con el pase a la Copa Libertadores 2026. Un empate o una nueva caída lo dejarían afuera de todo, algo impensado hace apenas unas semanas tras la victoria en el clásico ante Gimnasia.

La práctica de este martes dejó varias novedades. Santiago Ascacíbar, que se retiró golpeado en Victoria, se movió de manera diferenciada. El Ruso sufrió un fuerte impacto en la pierna derecha durante los primeros minutos del partido y no logró recuperarse del todo. Por ahora, los estudios fueron descartados, y el cuerpo técnico confía en que podrá llegar al encuentro del domingo. En la misma situación está Edwuin Cetré, quien presentó una sobrecarga muscular y trabajó apartado del grupo. Aunque no sería una lesión grave, esperarán su evolución en las próximas horas.

Las buenas noticias llegaron por el lado de José Sosa y Gastón Benedetti, quienes se entrenaron con normalidad. El Principito dejó atrás una molestia en el pie derecho y apunta a reaparecer entre los convocados, mientras que el lateral podría volver tras varias semanas afuera por una lesión muscular. Ambos representan alternativas valiosas para un equipo que necesita recambio y jerarquía en un momento límite.

El contexto extrafutbolístico tampoco ayuda. La designación de Luis Lobo Medina como árbitro del encuentro encendió la polémica en La Plata. En Estudiantes cayó mal la elección de un juez al que consideran “funcional al poder”, en un partido donde está en juego mucho más que tres puntos. La relación entre el club y la AFA, que atraviesa momentos de frialdad institucional, volvió a tensarse justo antes de un choque que también impactará en la tabla anual y en la clasificación de River a la próxima Libertadores.

En medio de ese escenario, Eduardo Domínguez intenta mantener la calma. Después de no hablar tras la derrota ante Tigre y de mantener una charla seria con Marcos Angeleri en vestuarios, el entrenador sabe que su continuidad también se juega el domingo. Una victoria lo reafirmaría en el cargo; una eliminación podría marcar el cierre de su ciclo.

Estudiantes vive una semana cargada de presión y expectativa. Con el apoyo de su gente en UNO y el deseo de revertir el momento, el equipo buscará ese golpe anímico que lo devuelva a la pelea. El domingo no será un partido más: será una final para Domínguez, para el plantel y para todo el mundo Pincha.

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