Fue un equipo con rendimientos inestables

La gran mayoría de los jugadores del Lobo mostraron más de una cara ayer en el Bosque. Por momentos lo hicieron bien y por otros muy mal.

Gimnasia necesitaba olvidarse rápido de las dos derrotas de manera consecutiva que había sufrido en las pasadas dos fechas al ser derrotado por Defensa y Justicia y Gimnasia de Jujuy respectivamente. No obstante los dirigidos por Pedro Troglio intentaron cambiar esas dos últimas producciones intentando llegar con la pelota por el piso al arco (aunque siempre también fue una tentación el pelotazo para Quiroga) defendido por Campodónico, pero sus jugadores no estuvieron finos y le regalaban la pelota a su rival.

En la segunda parte, como en todos los partidos, Troglio lo fue a buscar y desde el cambio de nombres quiso cambiarle la cara a su equipo. 

Tuvo una ráfaga de 10 minutos que con la movilidad de Joaquín Romea, metió a Aldosivi en su arco y allí llegaron las mejores chances de gol del local, pero no pudo abrir el marcador, siendo esto lo único positivo que mostraron los Triperos.

Finalmente por virtudes de los de Mar del Plata, pero principalmente por deficiencias a la hora de manejar la pelota y trasladarla hacia el arco rival, fue que el Lobo no pudo pasar del empate. 

Mientras tanto, los generadores de juego del Lobo siguen sin aparecer por cuarto encuentro al hilo, Troglio cambia de nombres pero los que ingresan desde el arranque tampoco le responden. 

En cuanto a los redimientos individuales no fue fácil encontrar a la figura pero tampoco lo era al momento de encontrar el más flojo. Por ejemplo, la primera etapa le había costado mucho a Nicolás Benavídez pero ya para los segundos 45 minutos se acomodó mejor pasando al ataque con criterio y siendo una alternativa más a la hora de atacar.

Algo similar pasó con Ignacio Fernández, quien en los primeros minutos estuvo ausente, pero terminó siendo importante a la hora de generar juego asociado. 

Un caso extraño fue el de Facundo Pereyra, quien desperdició una clara chance de gol en la primera etapa y en el segundo tiempo prácticamente no participó de ninguna de las jugadas del Lobo. 

Fue importante el aporte de Franco Mussis, quien jugó en lugar de Nicolás Cabrera y por momentos desequilibró y rompió el cerrojo que armó la defensa rival.

El destacado: Facundo Oreja (6)

No fue fácil encontrar el mejor jugador de Gimnasia. Si bien ninguno tuvo una actuación sobresaliente, fue para destacar lo de Facundo Oreja. El lateral se mostró como salida en todo momento además de estar muy firme en la marca, cosa que ya es habitual en él.

Quizás careció de criterio al momento de pasar al ataque, pero de igual forma, con lo que mostró le alcanzó para ser el mejor. 

Terminó con un fuerte corte producto de un choque con un rival.

Premio al esfuerzo: Matías Quiroga (6)

Siempre es muy criticada la labor de Matías Quiroga. Y si se miran sus números, todavía está lejor de ser aquel delantero que jugaba en Patronato y tuvo un rendimiento que le dio la posibilidad de jugar en Gimnasia. 

Pero ayer, si bien no pudo marcar y por momentos estuvo muy alejado del arco, lo cierto es que pivoteó muy bien y siempre, pero es un descanso para la defensa tripera, ya que ante la duda, lanza un pelotazo.

Para mejorar: Omar Pouso (4)

El uruguayo jugó su peor partido desde que llegó a Gimnasia. 

Sólo estuvo 45 minutos en cancha debido a que en el entretiempo fue sutituido por Basualdo, a raíz de que sufrió un fuerte golpe. 

En los minutos que estuvo en cancha se mostró lejos de todas las jugadas y estuvo impreciso con la pelota. Para mejorar deberá esperar 15 días, ya que llegó a la quinta tarjeta amarilla y deberá pagar con una fecha.

El Tiburón mordió desde atrás

Aldosivi llegó al Bosque con una idea clara de juego, parándose bien atrás y jugando tanto con el nerviosismo como así también con los espacios que podía llegar a dejar Gimnasia.

El más destacado de la visita fue Jonathan Galván. El volante colaboró tanto en defensa como en ataque. 

También el arquero Pablo Campodónico fue importante, sobre todo en la gran pelota que le tapó a Joaquín Romea cuando ya todos estaban gritando el gol que iba a abrir el marcador. 

El debut en el Bosque dejó mucho que desear

Andrés Merlos dirigió por primera vez en el estadio de Gimnasia y su debut no fue para nada auspicioso. 

Si bien en la cancha los equipos no se sacaron diferencias y el árbitro no terminó incidiendo en el resultado final, lo cierto es que falló en jugadas fáciles de resolver, como laterales y tiros de esquina. 

En la jugada más trascendente del partido, la cual terminó en gol de Juan Carlos Blengio, se puede decir que quedó a su criterio y no estuvo mal cobrada la mano de Barsottini. 

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