Por: Gabriel Pedrazzi

Gimnasia fue un equipo con furia, ganas y sacrificio

El análisis de Gabriel Pedrazzi sobre la goleada del Lobo.

Por Gabriel Pedrazzi

Se chocaron dos estilos totalmente diferentes: Gimnasia jugó con cuatro defensores, dos volantes de contención y con Carbonero con más obligaciones ofensivas al igual que Rodríguez flotando, dejando a Ramírez bien de punta.

Gimnasia fue un equipo con furia, ganas y sacrificio. Sabía a qué rival tenía enfrente y lo tenía estudiado. Talleres tuvo algunas situaciones de gol que desperdició y Gimnasia fue contundente a la hora de definir. De hecho, el Lobo agarró mal parados a los defensores incluso cuando jugó de contra. La “T” quiso jugar al offside en la definición de Johan Carbonero, que con su rapidez no desaprovechó la situación.

El equipo cordobés quedó descolocado también en la definición del segundo gol de Ramírez. En el segundo tiempo Talleres paró una línea de tres y se puso a tiro con el gol de Díaz. Gimnasia respiró y volvió a tomar distancia con el tanto del Pulga y después lo manejó.

Las ganas, el esfuerzo, la concentración y el orden pudo más que el fútbol de Talleres. Incluso, la gente con el empuje le marcó el rumbo al equipo motivando desde afuera. Un párrafo aparte se merecen los hinchas.

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