Gimnasia pasó de la euforia a la bronca con una cuota de “mala leche”
El Lobo, que venía de meter el batacazo en la Copa Argentina ante Boca, dio un paso en falso en la Superliga con Unión. Lo buscó y mereció más sobre el final, pero perdió 1 a 0 y dejó pasar una gran chance de acercarse en los promedios
Del trago dulce al de sabor amargo. Así pasó estos días Gimnasia fuera de la ciudad, porque su excursión por el interior del país, que venía de acumular el triunfo más lindo del año, tuvo un bajón en Santa Fe, donde perdió 1 a 0 con Unión en un duelo clave por sumar para la tabla de los promedios.
Sin el Monito Gómez averiado, Pedro Troglio decidió mantener el esquema que le venía dando resultado; el Lobo se plantó bien en el estadio 15 de abril, donde no pasó sobresaltos, Rinaudo volvió a ser patrón del mediocampo y por momento Tijanovich pudo pesar más en ataque que en juegos anteriores. Sin embargo volvió a padecer el pase profundo, la verticalidad en ofensiva y la conexión entre los dos “tanques” de arriba.
Para colmo, cuando menos se lo esperaba, el Tatengue, que poco hizo en la primera etapa, le dio un baldazo de agua fría para contrarrestar los 32 grados de la tarde santafesina: Fragapane recibió solo y le puso la pelota a Zabala a espaldas de Melluso; el uruguayo no dudó, definió de primera, cruzado, y dejó sin reacción a Martín Arias.
Para el complemento, el Tripero quiso ser más protagonista, pero el desgaste le pasó factura a tal punto que Oreja, Coronel y Guevgeozián tuvieron que dejar el campo. Incluso por decisiones tácticas, ya que Fito pasó a ser central para tener la cancha de frente; Licht darle mayor conducción y Hurtado otra movilidad en ataque.
Es cierto que Unión tuvo el segundo en los pies de Droopy Gómez que tapó Alexis y un remate que besó el caño de Martínez. Pero en el final, Gimnasia fue protagonista y mereció más: primero Nereo casi se manda el “blooper” de la fecha; luego no le cobraron un penal a Hurtado, quien después no llegó ante un cabezazo de Silva, otro remate sin sentido y la más clara fue una conexión del venezolano que pegó en el caño.
Lo cierto es que, en la Superliga, Gimnasia no liga. Mereció más ante Banfield, contra San Martín, frente a Central y ayer con Unión. Sin embargo, los partidos no se ganan por merecimientos. El sábado, versus Godoy Cruz, tiene su revancha.