La dupla trabaja tranquila y no se deja presionar: “Este campeonato es diferente, el sueño está”
De esa manera lo afirmó Mariano Messera, quien asume el partido del lunes como otra final anticipada en la Copa Diego Armando Maradona.
Con la confianza y la seguridad que arrojó el resultado del sábado contra Colón de visitante, el plantel de Gimnasia volvió a entrenar ayer en Estancia Chica. Allí, sobre el final de esta primavera atípica de 2020, se comenzó a respirar un aire esperanzador, un clima de optimismo y sobrevuela un aura que empuja a los jugadores a ir por más.
“Más cosas que las que pasaron el mes pasado no pueden pasar”, dijo uno de los históricos empleados de gran afinidad con los jugadores.
Por lo bajo, en el Lobo se empieza a mirar cada vez con más fuerza a esta Copa Maradona como aquella de 1994 (la Centenario), en la que Gimnasia se terminó consagrando campeón en enero ante un histórico del fútbol argentino como River en la gran final.
“Para ganar un campeonato hay que pensar en 25 fechas. Este campeonato es diferente. El sueño está. Depende de nosotros seguir manteniendo esta intensidad. Estamos entusiasmados, pero con humildad”, esbozó Mariano Messera con Radio Provincia tras el primer entrenamiento de la semana, confirmando los objetivos, la ambición y el pensamiento del cuerpo técnico que fue ratificado, al menos hasta fin de año.
Ellos también ponen mucho en juego en los próximos partidos, a los cuales van a encarar como una verdadera final en la cual exponen su continuidad definitiva al frente del primer equipo o vuelven a la Reserva con el estigma de no haber estado a la altura.
Para eso, los entrenadores del Lobo apostarán a reemplazar al lesionado Coronel por Germán Guiffrey para jugar al lado del capitán Paolo Goltz, y por delante de Jorge Broun. Acaso los dos mejores jugadores que mostró el equipo desde que volvió el fútbol en la Argentina.
Lo que está lejos de poder definirse es el regreso de José Paradela. El equipo realizó movimientos de traslado, rotación de pelota y mucho hincapié en la parte física, ya que el partido con Banfield es el lunes que viene y recién el sábado habrá un trabajo táctico para definir la formación.
Brahian Alemán es una pieza clave por su pegada, el temperamento para pelear los fallos divididos con el árbitro en un momento caliente del partido y además aportó equilibrio en el último choque contra los santafesinos.
Paradela, en cambio, suele aportar desequilibrio cuando está enchufado, pero es desordenado y comete imprudencias como la falta que dejó al equipo con uno menos contra Huracán.