La Fiscalía española retiró los cargos contra Neymar en la investigación por el traspaso al Barcelona
En la Justicia entendieron que las alegaciones de la demanda contra el jugador estaban basadas en "presunciones" y no en pruebas, "ni siquiera indiciarias"
La Fiscalía española retiró este viernes las demandas hacia el futbolista Neymar y todos los acusados en la investigación por supuesta corrupción y estafa, en su transferencia de Santos al FC Barcelona en 2013.
El Ministerio Público "decidió retirar la acusación respecto a todos los acusados y por todos los hechos", afirmó el fiscal al presentar sus conclusiones sobre un juicio en el que se pedían dos años de prisión y una multa de diez millones de euros para el jugador.
El giro judicial representa un alivio para el actual futbolista del París Saint Germain a 23 días del inicio del Mundial de Qatar, en el que buscará el hexacampeonato con el seleccionado de Brasil.
El proceso judicial que investiga el transpaso de Santos a Barcelona comenzó hace hace siete años cuando DIS, el fondo que poseía parte de los derechos del jugador, denunció un arreglo entre la familia del jugador y el club español para perjudicarlo económicamente.
El fiscal entendió que las alegaciones de la demanda estaban basadas en "presunciones" y no en pruebas, "ni siquiera indiciarias". Además de Neymar y sus padres, dos expresidentes del Barcelona -Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu- y un exdirigente del Santos, Odilio Rodrigues Filho, están imputados en el juicio que finalizará este lunes.
Barcelona cifró inicialmente el fichaje de Neymar en 57,1 millones de euros (40 millones para su familia y 17,1 para el Santos), pero la justicia española estimó que alcanzó al menos los 83 millones.
Para DIS, el club catalán, Neymar y más tarde el Santos se aliaron para ocultar el monto real de la operación a través de otros contratos. La compañía, que adquirió en 2009 el 40% de los derechos económicos del futbolista, recibió 6,8 millones de euros de los 17,1 ingresados oficialmente al club brasileño.
Por esa razón, el fondo de inversión brasileño reclamó la restitución de 35 millones de euros, que fue la pérdida estimada por los supuestos acuerdos entre los clubes y la familia del jugador.