Lectura para un Mundial de fútbol…

Faltan 35 días y ya hay clima de Mundial… Como suele ocurrir cada cuatro años, en muchas casas de La Plata, Berisso o Ensenada, la pasión por el fútbol se despierta más que nunca. Y al igual que el resto del país, cualquier excusa es válida para sacar a relucir algo con el color celeste y blanco.

En la casa de cualquier futbolero de ley, resulta infaltable el material de lectura alusiva a este evento deportivo, considerado el más importante de todo el mundo, superando incluso a los Juegos Olímpicos que también se disputan cada cuatro años, pero con menor popularidad que el fútbol.

A partir de la segunda parte del siglo XX, por ejemplo, distintos autores y editoriales han inmortalizado la historia de la Copa publicando una gran cantidad de libros alusivos a este certamen.

Una pieza tan exquisita como difícil de conseguir en cualquier biblioteca es El Libro Negro de los Mundiales de Fútbol, que tuvo una segunda edición y única en castellano en 1994, y cuya autoría responde a tres escritores, uno de ellos platense, que estudió en la Universidad Nacional de La Plata. Se trata de Andrés Cechini, quien junto a Andrés Bufali y Jorge Boimvaser, comenzaron a indagar sobre los hechos extraños que mancharon algunos mundiales, como el fallecimiento poseliminación de Colombia de la Copa de Estados Unidos 1994 de Andrés Escobar.

Por el mismo hecho, pero en 1995, Fernando Niembro y Julio Llinas publicaron el resonante libro Inocente, que cuenta una trama novelesca de la salida de Diego Armando Maradona del Mundial de 1994, y al mismo tiempo relata extraños y puntillosos episodios que habrían afectado el rendimiento de los jugadores de Colombia, selección que llegaba como una de las candidatas y quedó eliminada en primera ronda.

Allí se menciona la posible injerencia de la CIA en la lucha contra el narcotráfico colombiano, en plena década de 1990 cuando terminó cayendo el cartel de Medellín con Pablo Escobar. No resultaba políticamente correcto que Colombia, justo Colombia, terminase ganando la Copa del Mundo en los Estados Unidos, según la interpretación de los autores.

En el libro se cuenta cómo un allegado al cuerpo médico de la selección de Maturana habría manipulado la comida de los jugadores colombianos en la previa a los partidos contra Rumania (3 a 1 en contra) Estados Unidos (2 a 1 en contra) y luego Suiza para que el equipo cafetero no pueda clasificar a la Zona A del certamen.

Guillermo Kmoll, por ejemplo, publicó Historias Seleccionadas en la previa al Mundial de Alemania 2006, en una pieza que describe anécdotas puntuales de la Selección Argentina con fechas determinadas, tanto en partidos del Mundial como en amistosos u otras competiciones.

En La Patria Traspirada, de Juan Sasturaian, o Por amor a la camiseta, de Cristian Grosso, también se repasan detalles pocas veces contados de anécdotas de la Selección Argentina en los Mundiales de fútbol desde 1930 en adelante.

Sin embargo, con el prólogo de Alejandro Fabri y la autoría de Javier Tabares y Eduardo Bolaños, Esto también es fútbol de Selección se convirtió en los últimos dos años en uno de los libros más vendidos entre los futboleros por la diversidad de contar lo ocurrido en distintos mundiales, haciendo foco en la participación de los jugadores argentinos.

A 35 días del inicio de otra Copa, no hay dudas de que a más de un futbolero se le volverá a despertar la inquietud de repasar, conocer o investigar sobre los hechos que estuvieron cargados de sentimientos, cada vez que el equipo de todos salió a la cancha a escuchar el himno y defender los colores de la bandera adentro de una cancha.